Los
musulmanes de todo el mundo observan un ayuno completo (sin comida ni bebida)
entre la salida y puesta del sol durante el mes de Ramadán. Hacen esto no por
perder peso o por algún otro beneficio médico, sino porque es un mandamiento
del Corán, el cual dice:
¡Creyentes! Se os ha prescrito el ayuno al igual que se les
prescribió a los que os precedieron. ¡Ojalá tengáis temor (de Allah)!
De
acuerdo a la ley islámica, los jóvenes que no han llegado a la pubertad, los
enfermos, viajeros y las mujeres que menstrúan o están amamantando no tienen la
obligación de ayunar.
Además de
no ingerir ningún alimento ni bebida durante el día, los musulmanes también se
abstienen de las relaciones sexuales, fumar, o la conducta errónea mientras
ayunan; en contrapartida se enfatiza el hacer más acciones buenas como dar en
caridad, incrementar las oraciones voluntarias o recitar el Corán.
En 1975
Allan Cott en su trabajo “El ayuno como estilo de vida” decía que “el ayuno
conlleva un sano descanso fisiológico para el sistema digestivo y el sistema
nervioso y regulariza el metabolismo”. También es conocido que el ayuno total
puede conllevar efectos negativos si no se hace de una manera correcta. Por
esta razón y otras, el ayuno islámico es diferente, pero ¿cómo?
¿Por qué es
diferente el ayuno islámico?
1) En comparación con otros planes dietéticos,
en el ayuno durante Ramadán no se da malnutrición o una ingesta errónea de
calorías.
Dado que
no hay restricción en el tipo ni cantidad de comidas que se pueden consumir una
vez se rompe el ayuno, al caer la tarde, y hasta su inicio la mañana siguiente.
Esto fue confirmado por M. M. Hussaini durante el Ramadán de 1974 cuando
condujo un análisis dietético de estudiantes musulmanes en la universidad del
Norte de Dakota, Fargo. El estudio concluyó que la ingesta de calorías estaba
dentro de la cantidad diaria recomendad.
2) El ayuno de Ramadán se hace de forma
voluntaria, es decir, no es una prescripción de un médico.
En la
parte del cerebro llamada hipotálamo existe un lugar llamado ‘lipostat’ que
controla la masa del cuerpo. Cuando se da una pérdida de peso muy rápida por un
dieta de inanición, este centro no lo reconoce como algo normal y por tanto se
reprograma para recuperar peso de forma muy rápida una vez se vuelve a la
normalidad.
Por lo
tanto la única forma de perder peso es de una forma lenta, controlada y gradual
al modificar nuestro comportamiento y actitud hacia la comida además que
eliminamos los excesos.
Ramadán
es un mes de autorregulación y disciplina respecto a la ingesta de comida, y,
por lo tanto, causando un cambio permanente en la programación del lipostat.
3) En el ayuno
islámico no se está sometido a una de una sola comida en particular (por
ejemplo fruta, proteínas, etc.).
Se toma
una comida por la mañana antes de la salida del sol y por la tarde, a su caída
(y entre medias, si se requiere) en la que puede haber cosas dulces tal y como
dátiles, frutas, zumos, etc. que puedan prevenir cualquier hipoglucemia además
de una comida normal.
4) Durante Ramadán de prescriben más
oraciones voluntarias después de la cena, lo que ayuda a metabolizar la comida.
Usando un
contador de calorías calculé el número de calorías consumidas durante el
tarawih, la oración especial del Ramadán, en unas 200. La oración islámica usa
todos los músculos y articulaciones del cuerpo y se puede considerar como un
ejercicio suave.
5) El ayuno de Ramadán es un ejercicio de
autodisciplina.
Para
aquellos con malos hábitos, como fumar (mucho o poco), picar constantemente o
el exceso de café, es una buena forma de romper con este hábito esperando que
el efecto continue después de Ramadán.
6) El ayuno de Ramadán también tiene
efectos psicológicos positivos para quienes ayunan.
Los
ayunantes han descrito un sentimiento de paz interna y tranquilidad. El
Profeta, que la paz sea con él, recomendaba:
“Y si alguien se pelea con él o abusa, debería decirle dos veces
‘estoy ayunando’” (Bujari)
Por lo
que la hostilidad personal durante Ramadán se reduce al mínimo, algo que tiene
efectos positivos para la psicología del ayunante.
Estos son
alguno de los motivo por los que el ayuno islámico durante el mes de Ramadán es
diferente de otros tipos de ayuno y no es perjudicial.
Además de
esto, el ayuno tiene muchos otros tipos de beneficios. El más importante de
ellos es la recompensa de Dios por el ayuno, dice Dios:
Toda acción tiene una recompensa de ente
10 y 700 veces su valor. Menos el ayuno, que es para Mi y yo lo recompenso. (Bujari, Tirmidi)
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