viernes, 1 de agosto de 2014

El Corán y la constricción del pecho


Allah dice en el Sagrado Corán:

“Y a quien Allah quiere guiar, le abre el pecho a la sumisión [a Él]; y a quien
Él quiere dejar en el extravío, hace que su pecho se cierre y se constriña, como si estuviera ascendiendo en el aire: así es como Allah impone la ignominia a quienes se niegan a creer.” (Corán 6:125)

Está comprobado en la medicina de aviación, que la exposición del ser humano a las elevadas alturas, cuando se eleva de la superficie terrestre a lo alto de las capas del cielo, causa la aparición de reacciones fisiológicos, debido a la disminución de la presión atmosférica y a la reducción de la cantidad de Oxígeno en el aire, como:

-Presión en el pecho (opresión o constricción en el tórax)

-Respiración y pulso rápidos (Taquipnea y Taquicardia)

-Sensación de dificultad respiratoria (Disnea)

Si estas alteraciones se mantienen durante un tiempo, generarán síntomas como: Cefalea, nauseas, insomnio, mareos, fatiga y debilidad.

Por este motivo, los montañeros, durante el ascenso a las cumbres, han de someterse a un periodo de aclimatación con el fin de que su organismo se vaya adaptando a estas bajas presiones atmosféricas y de Oxígeno.

Y por ese motivo también los aviones llevan un equipamiento de Oxígeno y sistemas  especiales que permiten regular la presión de aire en su interior.


Fuente: Islam y ciencia

miércoles, 23 de julio de 2014

Versos en el Corán en que debemos realizar Suyud at-Tiláwah

Hay quince lugares en el Corán en que debemos realizar suyut at-Tiláwah, es decir, una postración ocasionada por el contenido de la recitación. Fue reportado de ‘Amr ibn al-‘Aas que el Mensajero de Allah – la paz y bendiciones de Allah sean con él - le recitó quince versos del Corán ante los que uno debía postrarse, tres de los cuales están en Surat al-Mufással y dos en Surat al-Háyy. Fue reportado por Abu Dawud, Ibn Maya, al-Hákim, y ad-Daaráqtuni, y clasificado como hásan por al-Mundhiri y an-Nawawi. Las quince aleyas son (interpretación del significado):

1-      “Ciertamente quienes están junto a tu Señor [los ángeles] no se ensoberbecen de su adoración, Le glorifican y se prosternan ante Él”. (Corán 7:206).

2-      “Y ante Allah se prosternan quienes están en los cielos y la Tierra voluntariamente o por la fuerza, y también lo hacen las sombras, por la mañana y por la tarde”. (Corán 13:15).

3-      “Ante Allah se prosternan los ángeles y toda criatura existente en los cielos y en la Tierra, y no se ensoberbecen”. (Corán 16:49).

4-      “Diles: Creáis o no en él, en nada perjudicará a Allah. Quienes fueron agraciados con el conocimiento de entre aquellos que recibieron las revelaciones anteriores [judíos y cristianos], cuando escuchan la recitación del Corán se prosternan ante Allah”. (Corán 17:107).

5-      “Ellos son a quienes Allah ha agraciado: Profetas descendientes de Adán, descendientes de los que transportamos con Noé, de los descendientes de Abraham y de Israel [Jacob], entre los que guiamos y elegimos. Cuando se les recitaban los preceptos del Clemente, se prosternaban llorando acongojados”. (Corán 19:58).

6-      “¿Acaso no ves que se prosternan ante Allah quienes están en los cielos y la Tierra, y el sol, la luna, las estrellas, las montañas, los árboles, las bestias, y muchos de los hombres? Pero también muchos [de los hombres y genios] merecen el castigo. Y a quien Allah humilla no habrá quien pueda dignificarlo; ciertamente Allah hace lo que Le place”. (Corán 22:18).

7-      “¡Oh, creyentes! Inclinaos y prosternaos [en oración], adorad a vuestro Señor y haced el bien para que triunféis”. (Corán 22:77).

8-      “Cuando se les dice [a los idólatras]: Prosternaos ante el Clemente, exclaman: ¿Quién es el Clemente? No nos vamos a prosternar [¡Oh, Muhammad!] ante quien nos ordenas. Y esto los aleja aún más de la fe”. (Corán 25:60).

9-      “¿Por qué no se prosternan ante Allah, Quien hace surgir lo que se encuentra escondido en los cielos y en la tierra [como la lluvia y las plantas], y sabe lo que ocultan y lo que manifiestan?”. (Corán 27:25).

10-  “Sólo creen en Nuestros signos quienes se prosternan cuando se les recitan, glorifican a su Señor, y no se ensoberbecen”. (Corán 32:15).

11-  “Dijo David [sin escuchar al otro litigante]: Él ha sido injusto contigo pidiendo [que dejes a] tu esposa para que se sume a las de él; ciertamente que muchos socios se perjudican unos a otros, excepto los que creen y obran rectamente, que, en realidad, son muy pocos. David comprendió que quisimos ponerlo a prueba [mediante este juicio], y pidió perdón a su Señor, se prosternó y arrepintió”. (Corán 38:24).

12-  “Entre Sus signos están la noche y el día, el sol y la luna; si realmente es a Él a Quien adoráis entonces no adoréis al sol ni a la luna prosternándoos ante ellos, sino adorad a Allah y prosternaos ante Él [solamente], pues es Quien os ha creado”. (Corán 41:37).

13-  “¡Prosternaos ante Allah y adoradle!”. (Corán 53:62).

14-  “Cuando se les recita el Corán, no se prosternan [ni respetan sus preceptos]”. (Corán 84:21).

15-  “No le obedezcas [¡Oh, Muhámmad!], sino prostérnate [ante Allah] y acércate a Él [con tus obras]”. (Corán 96:19).


domingo, 20 de julio de 2014

Los diez últimos días del mes de Ramadán y lo que se recomienda hacer con ellos

Los últimos diez días del mes de Ramadán eran muy significativos para el Profeta Muhammad, sallallaahu 'alayhi wa sallam, y sus Seguidores, que Al-lah esté complacido con todos ellos; razón por la cual la guía que nos dejaron de cómo aprovecharlos es especial; a continuación expondremos algunas de las acciones que acostumbraban realizar durante este tiempo, para que las conozcamos y tratemos de aplicarlas en nuestra adoración:

El Mensajero de Al-lah,  Sallallahu ‘alayhi  wa sallam, nos instó a que leyéramos el Corán mostrándonos la gran recompensa a la que se hace merecedor el que sigue su consejo; nos dice: "Lean el Corán, por cada letra leída tendrán diez Hasanah (recompensa)…" (At-Tirmidhi). También nos informó que el Corán será un defensor para quien lo haya leído y haya obrado según sus enseñanzas el día del Juicio Final, tal como lo trasmitió Muslim en una narración.
Nuestros antecesores piadosos y virtuosos acogieron el consejo de nuestro profeta, sallallaahu 'alayhi wa sallam, por ello encontramos personas como Al Aswad Ibn Iazid que leía completamente el Corán cada 6 días, pero cuando llegaba Ramadán lo hacía en tres, y en las últimas diez noches en cada una de ellas lo leía entero.
Le pedimos a Al-lah que nos Ayude para que Le adoremos y complazcamos, y que nos Mantenga en el camino de los piadosos y virtuosos.
Consagrar la noche a adorar a Al-lah; en Al Bujari y Muslim encontramos que 'Aa'ishah, que Al-lah esté complacido con ella, relató que cuando llegaban los diez últimos días de Ramadán, el Profeta Muhammad, sallallaahu 'alayhi wa sallam, se dedicaba a la adoración por las noches y le ordenaba a su familia que igual lo hiciera, además no mantenía relaciones maritales en este tiempo. Su esposa 'Aa'ishah, que Al-lah esté complacido con ella, también dijo: "No sé de un mes en el que el Mensajero de Al-lah, sallallaahu 'alayhi wa sallam, leyera todo el Corán en la noche, velara entregado en la adoración hasta el amanecer y lo ayunara completo, aparte de Ramadán" (An-Nasai'). Lo anterior nos muestra que él, sallallaahu 'alayhi wa sallam, acostumbraba esto parte de la noche o toda. Si queremos que la misericordia de Al-lah nos alcance en este mes, debemos proponernos con seriedad aprovechar sus noches dedicándolas a la adoración de Al-lah, Altísimo Sea.
Recomendar a la familia que dediquen la noche a la adoración y despertarlos para tal fin, tal como vimos que el Profeta, sallallaahu 'alayhi wa sallam, hacía; lo que demuestra el interés que tenía porque su familia se beneficiara obteniendo las bendiciones y recompensa que hay en este sagrado mes. Todos debemos procurar despertar a nuestra familia para adorar a Al-lah, no hacer como hacen muchos, que obran para sí mismos y no son capases de pensar en los seres más cercanos él.
Abstenerse voluntariamente de mantener relaciones matrimoniales en la noche, cuando es permitido, como lo ilustra también el relato de 'Aa'ishah, que Al-lah esté complacido con ella, con el objetivo de entregarse enteramente a la adoración de Al-lah, con el alma pura sin nada que la turbe.
Observar el I‘tikaf  (retiro) en la mezquita, en especial porque esta es una de las costumbres que el Profeta Muhammad, sallallaahu 'alayhi wa sallam, dejó establecidas, principalmente durante estos diez últimos días, en los cuales buscaba la recompensa de Lailatul Qadr (la Noche del Decreto) dedicándose enteramente a la adoración en este tiempo.
Una de las principales cosas a las que nos debemos dedicar en Ramadán es a la lectura del Corán, en especial durante los últimos diez días. Dicha lectura debe ser con conciencia, entendiendo y sintiendo lo que se lee, Dice Al-lah (lo que se interpreta así en español): {En el mes de Ramadán fue revelado el Corán como guía para la humanidad y evidencia de la guía y el criterio}  [Corán 2:185]. El Profeta,  Sallallahu ‘alayhi  wa sallam , en este mes estudiaba el Corán con el ángel Yibril (Gabriel), recitándole lo que había sido revelado durante el mes; el último año de su vida lo hizo dos veces.
El Mensajero de Al-lah,  Sallallahu ‘alayhi  wa sallam , nos instó a que leyéramos el Corán mostrándonos la gran recompensa a la que se hace merecedor el que sigue su consejo; nos dice: "Lean el Corán, por cada letra leída tendrán diez Hasanah (recompensa)…" (At-Tirmidhi). También nos informó que el Corán será un defensor para quien lo haya leído y haya obrado según sus enseñanzas el día del Juicio Final, tal como lo trasmitió Muslim en una narración.

Nuestros antecesores piadosos y virtuosos (As-Salaf As-Saleh) acogieron el consejo de nuestro profeta, sallallaahu 'alayhi wa sallam, por ello encontramos personas como Al Aswad Ibn Iazid que leía completamente el Corán cada 6 días, pero cuando llegaba Ramadán lo hacía en tres, y en las últimas diez noches en cada una de ellas lo leía entero.

Le pedimos a Al-lah que nos Ayude para que Le adoremos y complazcamos, y que nos Mantenga en el camino de los piadosos y virtuosos.

miércoles, 16 de julio de 2014

Para los esposos en Ramadán

Se acerca Ramadán, trayendo consigo beneficios que dan resplandor y
sosiego a la vida conyugal, alejando a la pareja de las disputas y la discordia, aproximando sus corazones, elevando sus espíritus y aliviando sus preocupaciones; a tal punto que al terminar el ayuno sienten más amor, afecto y armonía.
Para lograr lo anterior los esposos deben adaptarse al cambio que ocurre a consecuencia del ayuno en su rutina diaria. La hora de dormir, levantarse, comer y, en algunos casos, trabajo cambian, lo que puede afectar la personalidad de ambos; así que deben llegar a un acuerdo de colaboración mutua, en el que el uno le conceda al otro el tiempo necesario para realizar su adoración con calma y tranquilidad.
Ramadán es un mes que nos da grandes lecciones en cuanto a la tolerancia, la paciencia, la indulgencia y el perdón. No por nada, el objetivo principal del ayuno es educar el ser, refinar el alma y amoldar el comportamiento. Los esposos deben entonces procurar controlarse en todo momento y aclarar cualquier mal entendido, para que así puedan estar lejos de los problemas y disputas; deben saber que no hacerlo será contraproducente en la su adoración, y que el demonio está a la espera de cualquier oportunidad para hacerles perder los beneficios y recompensa que Ramadán tiene para ellos. En su mente debe estar siempre presente el dicho del Profeta – la paz y las bendiciones de Allah sean con él -: "Si alguno de vosotros esta ayunando que no diga obscenidades ni grite. Si es insultado o provocado que diga: ¡Estoy ayunando!" (Bujari y Muslim)
Para que el amor se incremente y la armonía reine entre la pareja, es importante que juntos realicen actos de adoración que los acerque a Allah, en especial si uno o ambos han descuidado el cumplimiento de sus deberes religiosos en los otros meses. Ramadán les brinda el ambiente propicio que los une en la obediencia a Allah, cuando se levantan juntos en la madrugada para orar, leer el Corán, hacer Dhikr y cumplen con los demás actos de adoración durante el día; al hacer esto se aseguran bendiciones que se esparcen por todo su hogar.
La pareja debe estimularse y colaborarse mutuamente para realizar obras de bien, tanto las obligatorias como las voluntarias, si uno de ellos se descuida, el otro le alienta para que recupere su determinación. El Profeta - la paz y las bendiciones de Allah sean con él - dijo: “Si el hombre despierta a su esposa para orar en la noche y lo hacen, juntos o separados, ambos serán reconocidos y contados entre los que recordaban a Allah” (Abu Daud). Y también dijo: “Allah Concederá su misericordia a un hombre que se levanta en la madrugada para orar y despierta a su mujer, y que si esta se resiste entonces le echa agua en su cara. Y Allah Concederá Su misericordia a una mujer que se levanta en la madrugada para orar y despierta a su marido, y si este se resise entonces le echa agua en su cara” (Abu Daud). Además es sabido que el Profeta - la paz y las bendiciones de Allah sean con él - durante las últimas diez noches de Ramadán acostumbraba despertar a su familia para orar.
Así mismo, Ramadán facilita que la pareja fortalezca no solo la relación entre ambos, sino también con sus parientes, familiares, vecinos y amigos; pues les incita a que los visiten, los llamen, les hagan invitaciones para el Iftar y acepten las que ellos les hacen.
Al Iftar reúne a la familia por lo menos treinta veces; encuentro que permite consolidar las relaciones entre la pareja y sus hijos a través del diálogo y la consulta para encontrar solución a los problemas que les aquejan.
Mencionábamos que los esposos se deben colaborar mutuamente, la esposa debe procurar controlar los gastos que surgen durante este mes en especial, y él debe ayudarla en las labores del hogar y el cuidado de los hijos. Las responsabilidades deben ser distribuidas de manera justa y equitativa. Que el hombre colabore con las tareas hogareñas no es una deshonra, por el contrario, es prueba fiel de sus nobles virtudes y comportamientos. Dijo el Profeta Muhammad - la paz y las bendiciones de Allah sean con él -: “El mejor de vosotros es el que mejor trata a su familia, y yo soy el mejor de entre vosotros con la mía” (At-Tirmidhi). Se le preguntó a Aishah - que Allah esté complacido con ella - sobre lo que hacía el Profeta en su casa, a lo que ella respondió: “El Profeta - la paz y las bendiciones de Allah sean con él - nos ayudaba en nuestros deberes, y al llegar el tiempo de la oración, dejaba todo e iba a rezar”. (At-Tirmidhi)
La atención del hogar y los hijos no debe recaer sobre uno solo, es una responsabilidad que se comparte entre los cónyuges equitativamente, en especial en este mes. No es justo que mientras uno reza y recita el Corán, al otro le toque dedicarse por completo a atender los más mínimos detalles de la casa. Cada uno debe poner de su parte y sacrificar en ocasiones, además de pensar muy bien lo que se va a decir; todo esto con el fin de hacer que este mes, Ramadán, renueve y fortalezca la vida matrimonial en todo sentido.


Fuente: Islamweb.net

sábado, 12 de julio de 2014

Vídeos Ramadan Productive Muslim

NO Rompas tu ayuno



¡Recarga Tu Imán[Fe]!




Energizar con el Suhoor




¡Mantente al margen de la deuda!




¡Haz algo Provechoso!




Comparte no acumules en Ramadan




¡Comparte el Pan con Tus hermanos!




Ramadan es un mes de Adoración, NO de Dormir




Evitar las Peleas, Y más durante el Mes de Ramdán




Sé constante durante el Ramadán




¡NO te Excedas!