sábado, 30 de junio de 2012

Biografía de Abu Huraira Ad Dausi (ra)


"Abu Huraira memorizó y conservó más de mil seiscientas máximas (Hadices) del Mensajero de Allah"
 En la Yahilía (Yahilía: Este término se refiere a la época pre-islámica de los árabes. Significa, época de ignorancia), Abu Huraira era llamado "Abd al- Shams" (Siervo del sol). Cuando Allah agració a Abu Huraira con el Islam, el Profeta  (sws) le dijo: ¿Cuál es tu nombre?
Abu Huraira respondió: Abd  al-Shams.
El Profeta (sws) contestó: Te llamaremos  Abdurrahmán (Siervo del Dios)
 Su sobrenombre fue  "Abu Huraira"
Abrazó el Islam a través de At Tufail Ibn Amro Ad Dausi. Permaneció en las tierras de su pueblo hasta pasados seis años de la Hégira (Emigración del Profeta (sws) desde Makka a Medina). En ese momento, llegó a la capital del Islam (Medina) con una delegación de "Daus", su pueblo; con el objeto de visitar al  Mensajero de Allah.
El joven Abu Huraira se dedicó de lleno al servicio y compañía del Profeta  (sws). Mientras vivió el Mensajero, se instaló en la mezquita, pues  no tenía esposa e hijos que atender, tomando al Profeta como maestro y guía.
Abu Huraira solo tenía a su madre, muy anciana, la que se había mantenido en la idolatría. Constantemente la invitaba al Islam; pero la anciana se mantenía rechazando y rehuyendo el mensaje de la Verdad.
 
Cierto día, Abu Huraira trató, una vez más, de convencer a su madre de aceptar el Islam como forma de vida; sin embargo, la anciana lo rechazó, incluso injurió al Profeta (sws). Esto causó mucha pena a  Abu Huraira.
Fue así que el Profeta (sws) lo encontró llorando.

 ¿Qué te hace llorar  Abu Huraira?
Respondió: siempre invito a mi madre para que adopte el Islam como religión; pero hoy, además te ha injuriado  ¡Oh Mensajero de Allah! ¡Ruega a Allah que acerque el corazón de mi madre al Islam!
 El Profeta (sws) rogó a Allah por la madre de Abu Huraira
 Luego de esto, el mismo Abu Huraira relataba:
 "Fui a mi casa y encontré la puerta cerrada. A través de ella, escuché el murmullo del agua corriendo, cuando intenté entrar, mi madre dijo: Aguarda Abu Huraira."
 "Al entrar, mi madre me recibió diciéndome: Atestiguo que no hay más dios que Allah y que Muhammad es Su siervo y Mensajero..."
 "Volví ante el  Mensajero de Allah, llorando de alegría, le dije: ¡Buenas nuevas Mensajero (sws)! ¡Allah ha escuchado tu ruego y ha guiado a mi madre hacia el Islam!

 Abu Huraira amaba al Profeta (sws), constantemente lo observaba y decía:
"Nunca vi un ser humano más radiante que el Mensajero de Allah (sws). A veces, parece que el mismo sol brillare en su rostro."

 Constantemente agradecía y alababa a Allah, el Todopoderoso, por permitirle acompañar a Su Profeta y seguir su religión.
Solía decir:
     ¡Alabado sea Allah, Quien guio a Abu Huraira al Islam!
     ¡Alabado sea Allah, Quien enseñó a Abu Huraira el Corán!
     ¡Alabado sea Allah, Quien agració a Abu Huraira con la compañía de Muhammad (PyB)!
 
 Así como brillaba el rostro del Profeta (sws), Abu Huraira también brilló en las ciencias islámicas y se destacó por su sabiduría. El saber era lo que él más deseaba.
  Zaid Ibn Zábit dijo:
 "Estábamos junto a Abu Huraira rogando y alabando a Allah en la Mezquita, con un  amigo, apareció de pronto el Profeta (sws) ; se dirigió a nosotros y  nos  dijo:
 Volved a lo que hacíais."
"Comenzamos con mi compañero a rogar a Allah antes que Abu Huraira lo haga. El Profeta (sws) exclamaba 'Amin' al final de cada ruego. Cuando le llegó el turno a Abu Huraira, hizo el siguiente ruego:
¡Oh Allah! ¡Te pido lo mismo que te pidieron mis dos hermanos!  Y también te pido me concedas un conocimiento que no se olvide... El Profeta (sws) dijo: Amin. Nosotros dijimos: ¡Nosotros también pedimos a Allah un conocimiento que no se olvide! Sin embargo, el Profeta (sws) dijo: Se os adelantó el joven de Daus".

Con la misma fuerza que Abu Huraira deseaba tener conocimiento, también lo deseaba para los demás...
Esto lo demuestra  la siguiente anécdota:
Abu Huraira pasaba cierto día por el mercado de Medina y se molestó al ver cuánto se preocupaba la gente por las cosas mundanales. ¡Con qué dedicación se entregaban a la compraventa y a tomar o entregar las mercaderías! Se detuvo y les dijo: ¡Qué inútiles sois, gente de Medina!
La gente preguntó: ¿Qué te hace pensar eso, Abu Huraira?
Les dijo: ¡La herencia del Profeta (sws) se está repartiendo y Uds. están aquí en el mercado...! ¿No van a ir a recibir su parte?
Ellos preguntaron: ¿Y dónde está lo que dices, Abu Huraira?
Les dijo: En la Mezquita.

Se dirigieron a toda prisa hacia la mezquita del Profeta. Abu Huraira los aguardó en el mercado. Cuando volvieron y lo vieron allí, dijeron: ¡Oh Abu Huraira! ¡Fuimos a la mezquita y no vimos que allí se esté repartiendo nada!
Les dijo: ¿Es que no vieron a nadie en la mezquita?
Respondieron: Si, claro que sí... vimos algunas personas orando, a otros recitando el Sagrado Corán y vimos a otros estudiando lo que Allah permitió y lo que Allah prohibió...

Les dijo: ¡Ésa es la herencia del Profeta Muhammad(sws)!
Abu Huraira padeció como nadie, por su entrega al estudio, a la ciencia y al aprendizaje de las palabras del Profeta (sws) en todo momento.

El mismo  relataba:
"A veces tenía tanta hambre que preguntaba a los Sahaba por alguna aleya del Corán, aún sabiéndola, sólo para ser  invitado  a sus casas a comer..."
"En una ocasión estaba tan hambriento, que tuve que amarrarme una piedra al estómago y me senté en el camino de los sahaba. Abu Bakr pasó por allí y le pregunté por una aleya del Corán, lo hice premeditadamente, para ser invitado, pero no lo hizo.

 Luego pasó Omar e hice lo mismo; pero él tampoco me invitó."
"Finalmente pasó el Mensajero de Allah y me vio. Supo del hambre que  tenía y dijo: ¡Ven Abu Huraira!"
"Lo seguí hasta su casa, entré con él,  encontró un vasija con leche, entonces preguntó a su familia: ¿De dónde conseguisteis esto? Su familia respondió: Lo mandó alguien para ti.

El Profeta (sws) dijo: "Dirígete Abu Huraira, hasta la gente del patio (La gente del patio: Eran los huéspedes de Allah. Musulmanes pobres sin familias. Solían estar sentados en el patio de la mezquita o Masyid del Profeta (PYB) de allí el nombre.) y convídales". Me apené por ello, luego pensé: ¿Cuánto los saciará este pequeño pote de leche? Me tenté  de beber un poco primero, para ganar fuerzas, y luego ir a llamarlos.
Sin embargo, fui a la gente del patio  y los invité.
Cuando llegaron, el Profeta (sws) dijo: Toma Abu Huraira, dales de beber. Les fui dando de beber hasta que, milagrosamente, bebieron todos. Luego acerqué la vasija hacia el Profeta (sws). Él levantó su rostro y me dijo sonriente: Quedamos tú y yo. "
"Respondí: Es verdad Mensajero de Allah."
"Me dijo: ¡Bebe! Y yo bebí un sorbo. Luego me dijo nuevamente: ¡Bebe! Bebí otro sorbo. Siguió así hasta que no pude más y dije: ¡Por Quién te envió con la verdad! No puedo beber más. Luego tomó el recipiente y bebió del resto..."

No pasó mucho tiempo desde aquello hasta que las riquezas de la tierra empezaron a llegar a Medina y los musulmanes empezaron a gozar de los resultados de sus victorias Abu Huraira pasó a tener fortuna, casa y bienes. También se casó y tuvo hijos. Sin embargo; todo esto no cambió su alma, buena y generosa, para nada. Tampoco olvidó sus días de necesidad, constantemente solía decir:
"Me crie huérfano, emigré pobre y trabajaba como jornalero con Busra bint Ghazuán por comida. Solía servir a la gente cuando acampaban; y solía guiar a sus animales cuando montaban. Y Allah me agració con Busra, a la cual yo servía..."

"Alabado sea Allah que hizo del Islam la medida y la base de todo y que hizo de Abu Huraira una autoridad".
Abu Huraira fue varias veces Gobernador de Medina en nombre de Mu'auia Ibn Abi Sufián. Este cargo tan alto no cambió en nada la bondad ni la tolerancia de Abu Huraira.

Reunía muchas virtudes, era sabio y  tolerante; temeroso de Allah y piadoso. Solía ayunar durante el día y pasar un tercio de la noche orando; despertaba a su esposa para pasar el segundo tercio de la noche en oración y ella, despertaba a su hija para que pasase el último tercio de la noche orando... Así lograban que la adoración y la alabanza a Allah, permaneciera toda la noche en su hogar.

Abu Huraira tenía una esclava negra; una vez ésta, lo trató en forma irrespetuosa, haciéndolo también con su familia. Esto lo irritó, al límite de querer azotarla, pero se detuvo y dijo:
"Si no fuese por el ajuste de cuentas el Día del Juicio te haría retorcer de dolor. Será mejor que te venda a quien me pagará lo que vales, pues lo necesito de verdad... Sí... vete; eres libre por Allah el Todopoderoso".

Cierta vez, Maruán Ibn Al Hakam envió cien dinares de oro a Abu Huraira, al día siguiente de habérselos entregado, le comunicó: "El mensajero se equivocó al entregarte cien dinares; yo no los enviaba para ti, sino para otra persona". Abu Huraira se entristeció y se hizo evidente en su rostro; luego dijo: "los he donado en la causa de Allah y no duraron ni un día conmigo. Cuando me envíen mi salario, puedes tomarlos de él".

En realidad, Maruán había hecho aquello para probar a su subordinado Abu Huraira y comprobó que lo dicho por él era correcto.

Abu Huraira pasó toda su vida dando buen trato y cariño a su madre. Cada vez que salía de la casa, se detenía junto a su puerta y decía:
"La paz sea contigo madre, junto con la gracia y las bendiciones de Allah"
Su madre respondía:
"Que la paz, la gracia y las bendiciones de Allah, también sean contigo".
El respondía:
"Que Allah tenga piedad de ti, así como me criaste de pequeño".
Su madre le decía luego:
"Y que Allah se apiade de ti también, por el buen trato que me diste de grande".
Esto lo repetía, al volver a su casa.
Cuando Abu Huraira enfermó gravemente, a punto de ser inevitable su muerte, lloró desconsoladamente; le dijeron:
¿Qué es lo que te hace llorar Abu Huraira?
Dijo:
"No creáis que lloro por este mundo que dejo...""Lloro por lo largo del viaje y lo poco de las provisiones..." "Estoy al final de un camino que me llevará al Infierno o al Paraíso"
Maruán Ibn Al Hakam lo visitó y le oyó decir:
"¡Oh Allah! Ciertamente me complace encontrarme contigo. Espero que a ti también te complazca encontrarme. Señor, apresura el encuentro".
Abu Huraira falleció el año 58 de la Hégira, en la ciudad de Medina

¡Que Allah bendiga a Abu Huraira!

Fuente: islamparatodos

martes, 26 de junio de 2012

No dejes pasar la oportunidad de hacer una buena acción (cuán pequeña sea)


Allah dijo:
"Y el que haya hecho el peso de una brizna de bien, lo verá; [99:7-8]
El Mensajero de Allah dijo:
"Temed al fuego aunque sea ofreciendo la mitad de un dátil por caridad e incluso diciendo una sola buena palabra "[Al Bujari]
"No subestimes la buena acción aunque sea ofreciendo agua de tu recipiente a aquel que la solicita o acogiendo a tu hermano con una cara radiante"[Narrado por Muslim]
"No podéis dar dinero a todo el mundo. Pero si mostrarles una cara radiante y hacer prueba de buen carácter."[Declarado Hassan, por Sheij Al Albani. Narrado por At-Tirmidhi N º 2004]
"... Ayudar a un hombre a montar su montura o a subir sus pertenencias( equipaje) es caridad.
Decir una buena palabra es caridad, todo paso efectuado hacia un lugar de oración es caridad.
Apartar lo que perjudica en el camino es también caridad." [Reportado por Bukhari y Muslim]
"Una sonrisa dirigida a tu hermano es caridad, ordenar el bien o prohibir el mal es caridad, orientar a un hombre que perdió su camino es caridad, guíar a un ciego en la calle es caridad, apartar del camino lo que perjudica o molesta es caridad, verter agua de tu recipiente (que vienes de llenar del pozo) en el recipiente de tu hermano es caridad"[Reportado por Tirmidhi N º 1956 y declarado auténtico por Sheij Al-Albani]
"¡Oh mujeres creyentes! No despreciéis un regalo enviado por un vecino, incluso si se trata de una pezuña de oveja"[Reportado por Bujari]
"Dar algo al mendigo incluso si se trata de un zapato quemado"[Reportado por Ahmad]
Todos estos hadices como muchos otros incitan al musulmán a no descuidar una mínima buena acción.
Imam Ahmad aconsejó a uno de sus hijos, diciendo:
"Cuando tengas la ocasión (o la oportunidad) de realizar una buena acción hazla."
En efecto, una palabra amable puede consolar a un desdichado, así como una buena palabra puede motivar y animar a una persona para realizar una buena acción o tener un impacto positivo sobre su persona.
El musulmán no debe dejar pasar la oportunidad de realizar un bien y citaremos dos anécdotas que demuestran esto:
1  El gran especialista del Hadiz, Imam Adhahabi relató que un día su profesor leyó una hoja que Adhahabi había escrito. Para alentarle su maestro le dijo entonces:
"Tu escritura es( muy) parecida a la de los Muhadithines (especialistas del hadiz)"
Este elogio, este bello enunciado marcó el espíritu del Imam Adhahabi que además declaró:
"Esta (buena) palabra me hizo amar la ciencia del Hadiz".
Es decir, que Allah hizo entrar en el corazón del Imám Adhahabi el amor de la ciencia del Hadiz gracias a una buena palabra.
Esta palabra lo motivó y lo llevó a aprender esta noble ciencia, y el resultado es conocido puesto que el Imam Adhahabi sigue siendo hasta nuestros días uno de los más grandes especialistas del Hadiz.
2  Los sabios han mencionado varias razones que empujaron al Imam Al-Bujari a escribir su libro de Hadices, entre ellas:
El Imam Al Bujari estaba sentado con un grupo de amigos después de una lección, pasando cerca de ellos su profesor les dijo:
"Si solamente uno de vosotros, pudiera compilar los Hadices narrados de manera auténtica del Profeta"
Allah hizo que el Imam Al-Bujari amara esta palabra que seguidamente marcó su espíritu y le animó a escribir el libro que todo el mundo conoce al día de hoy (Sahih Al Bujari).
Estas dos anécdotas animan al musulmán a no dejar pasar la oportunidad de hacer un bien.
Ellos demuestran también la importancia de no tener sino buenas palabras respecto a su hermano (tales como reconfortarle o recomendarle la paciencia cuando es puesto a prueba o motivarle y animarle en el bién)
Reflexiones:
El musulmán debe cuidar sus buenas acciones, debe ser constante en ellas, no ha de ser negligente y ha de ir siempre hacia delante, una a una, con constancia y sin pausa.
La buena acción es luz para el corazón, claridad para el rostro, abundancia de bienes, fuerza para el cuerpo y amor en el corazón de las criaturas.
La mala acción es negrura en el corazón, oscuridad en el rostro, pobreza, debilidad para el cuerpo y desprecio en el corazón de las criaturas. (Relatado por Ibn Abbas)

La buena acción es un buen árbol que necesita de riego y cuidados para que sus raíces se afiancen, crezca sano y fuerte, y pueda dar sus frutos.

Sahih Muslim Hadices: Libro de la Fe 60
SOBRE QUE CUANDO UN SIERVO TIENE LA INTENCIÓN DE UNA BUENA OBRA, LE ES COMPUTADA COMO TAL (EFECTIVAMENTE REALIZADA), Y QUE SI TIENE LA INTENCIÓN DE UNA MALDAD (Y NO LA LLEVA A CABO) NO LE SERÁ TOMADA EN CUENTA
(233) Ha sido narrado bajo la autoridad de Abû Hurayrah que el Mensajero de Allah(BP) dijo: «Allah, Poderoso y Majestuoso dijo (a los ángeles encargados de registrar las obras humanas): ‘Siempre que mi siervo intente hacer una mala acción no la anotéis, y si la hace anotadle una mala acción, y si piensa hacer una buena acción anotádsela, y si la lleva a cabo anotadle diez buenas acciones’.»
(234) Ha sido narrado bajo la autoridad de Abû Hurayrah que el Mensajero de Allah(BP) dijo: «Dijo Allah, Poderoso y Majestuoso: ‘Siempre que Mi siervo intente hacer una buena acción y no la haga, yo le registraré una buena acción a su favor, pero si la lleva a cabo le registraré a su favor diez buenas acciones y hasta setecientas. Si tiene la intención de cometer una maldad y no lo hace, no se la computaré en su contra, y si la hace le inscribiré una sola mala acción (en su contra)’.»
(235) Ha sido narrado bajo la autoridad de Abû Hurayrah que Muhammad el Mensajero de Allah (BP) dijo: «Allah, Poderoso y Majestuoso dijo: ‘Cuando Mi siervo piensa hacer una buena acción, pero no la hace, le registro a su favor una buena acción, y si la hace, le registro diez buenas acciones. Y si piensa cometer una mala acción pero no lo hace, yo lo perdono, y si lo hace, le registro una (sola) mala acción.’ Entonces agregó el Mensajero de Allah (BP): «Dijeron los ángeles: ‘¡Señor nuestro! Ese siervo tuyo quiere hacer una mala acción. (Y Él es quien mejor lo ve)’. Entonces dijo (Allah): ‘Vigiladlo, si la hace registrad algo equivalente a lo que hizo, pero si no la hace registradle una buena acción, pues no la hizo por Mí’.» Y agregó el Mensajero de Allah (BP): “Cuando perfeccione su Islam cada uno de vosotros, entonces toda buena acción que lleve a cabo le será registrada como si fueran diez y hasta setecientas bondades similares, y toda maldad que cometa le será registrada como tal hasta que encuentre a su Señor».
(236) Ha sido narrado bajo la autoridad de Abû Hurayrah que el Mensajero de Allah(BP) dijo: «Quien tuvo la intención de hacer una buena acción y no la hizo, se le registra una buena acción, pero si la hace se le registran de diez a setecientas buenas acciones. Y quien
tuvo la intención de hacer una mala acción y no la hizo no se le registra, y si la hizo se le escribe (una sola)».
(237) Ha sido narrado bajo la autoridad de Ibn ‘Abbâs que el Mensajero de Allah (BP), entre lo que relata de su Señor, Bendito y Exaltado sea, dijo: «Ciertamente Allah registra las buenas acciones y las malas acciones», y enseguida aclaró esto: «Quien tuvo la intención de hacer una buena acción y luego no la hizo, Allah ha registrado para él una buena acción completa, y si la pensó y la llevó a cabo, Allah la ha registrado para él como diez buenas acciones y hasta setecientas veces y más aún. Y si intentó hacer una mala acción y no la hizo, Allah ha registrado para él una buena acción completa, y si la pensó hacer y la hizo, Allah le registró una sola mala acción».
(238) Este hadiz ha sido narrado con otra cadena de transmisores con el agregado de estas palabras: «Y Allah lo borrará (la mala acción). Y Allah no destruye a nadie excepto aquel que esté condenado a la destrucción»
 (171) Nadie será condenado excepto quien esté condenado a la destrucción. ¿Y quién puede ser este desafortunado? Aquel que deliberadamente persiste en albergar malos pensamientos y cometer malas acciones; el que evita el bien a propósito y no hace el menor esfuerzo para tener buenos pensamientos, expresar buenas ideas o hacer buenas acciones.

lunes, 18 de junio de 2012

Jesús, el Mesías [Versión Islámica]


Esta película contiene la representación cinematográfica de la vida pública del Profeta Jesús (la paz sea con él) y da dos versiones al final de su vida. La mantenida por la Iglesia Católica (su pasión y cruxificción) y la ofrecida por el Islam y el Evangelio de Bernabé (que fue ascendido a los cielos y salvado de todo tormento).
Los musulmanes esperan el retorno del Mesías Jesús el Cristo, que vendrá a apoyar al Imam Mahdi para instaurar en la Tierra un reinado de paz y justicia, así como antes lo hubo de guerra e injusticias.

viernes, 1 de junio de 2012

Historia: Shaitan aparece como un consejero sincero


Shaitan incita al hombre a desobedecer a Allah alegando que da consejo sincero y que sólo desea lo mejor. Así fue como juró a Adán que sólo estaba dándole consejo sincero:

Y les juró: Yo os aconsejo para vuestro bien. (Corán 7: 21)

Uahb Ibn Munabbih relató  una historia de las Gentes del Libro, que presentamos para  demostrar la voluntad y esfuerzo de Shaitan por desencaminar a la humanidad, poniendo en evidencia su ‘‘consejo sincero’’.

‘‘Hubo una vez un ermitaño asceta de la gente de Israel. Era la persona más piadosa de su época. Había tres hermanos que tenían una hermana joven y virgen, y no tenían más que esta hermana. Al ser llamados para acudir a la guerra, no supieron con quien dejar a su hermana, a quién confiarla para que la cuidara. Acordaron entonces dejarla a cargo de esta persona piadosa, porque confiaban en él. Entonces fueron donde él para preguntarle si podían, en efecto, dejarla con él. Ella estaría en el edificio contiguo a su ermita y a su cuidado, hasta que ellos volvieran de la guerra. En un principio éste se negó a su demanda y buscó refugio en Allah de ellos y de su hermana. Pero persistieron hasta que finalmente aceptó. Les dijo: ‘Dejadla en la casa contigua a mi ermita’. Así fue que la dejaron en ese lugar y salieron.

La joven permaneció  junto a la ermita de esta persona piadosa por algún tiempo. Él dejaba la comida para ella ante la puerta, cerraba con llave su puerta y volvía a su ermita. Entonces le avisaba que podía salir de la casa y tomar la comida. Fue entonces cuando Shaitan se le acercó de manera imperceptible, animándolo a que la tratara más amablemente. Le dijo que no era bueno dejar que la mujer saliese de su casa durante el día porque algún hombre podría verla. Que sería mejor que él mismo llevase la comida hasta su puerta, porque sería una obra  piadosa en su favor. Así fue que comenzó a llevar la comida hasta su puerta, pero sin hablarle.

Entonces Iblîs vino nuevamente y lo animó a hacer buenas obras y conseguir más bendiciones. Le dijo: ‘Si llevaras la comida hasta dentro de su casa conseguirías mayor recompensa’. Continuó animándolo durante algún tiempo hasta que el siervo comenzó a llevar la comida hasta dentro de la casa. Y continuó así durante algún tiempo.

Entonces Iblîs (Shaitan) vino nuevamente y lo animó a que hiciese el bien. Le dijo: ‘Si hablaras con ella, aliviarás su miedo, angustia y soledad’. Así fue que comenzó a hablar con ella desde la habitación en su ermita.

Pero una vez más Iblîs vino de nuevo. Le dijo: ‘Si bajas hasta la puerta de tu casa, y ella hasta la puerta de su casa mientras habláis, será, sin duda, más reconfortante para ella’. Continuó animándolo hasta que accedió a bajar y sentarse ante su puerta para hablar con ella. La muchacha salía de su edificio y se sentaba delante de su puerta y hablaban durante algún tiempo.
Entonces Iblîs vino nuevamente y lo animó a que se esforzara todavía más en conseguir recompensas por tratarla bien. Le dijo: ‘Si salieras de tu ermita y te sentaras cerca de su puerta sería más confortable para ella’. Y continuó exhortándolo hasta que lo hizo por un tiempo.

Entonces Iblîs vino de nuevo. Esta vez le dijo: ‘Si entras en su casa y hablas con ella, y no haces que muestre su rostro en público será incluso mejor para ti’. Continuó exhortándolo hasta que entró en su casa, pasando el día entero hablando con ella. Pero cuando la noche llegaba, volvía a su lugar de culto.
Entonces Iblîs vino una vez más y comenzó a susurrarle sobre su belleza y tentándolo, hasta que el monje toco´ su pierna y la besó. Pero Iblîs continuó susurrándole hasta que finalmente tuvieron relaciones.

Así fue que ella quedo embarazada y dio a luz a un niño. Entonces Iblîs le dijo al monje: ‘¿No comprendes lo que los hermanos de la joven harán contigo cuando vean que ha dado a luz un hijo tuyo? No sabes si expondrán a la luz tu acción. Debes tomar al niño, matarlo y enterrarlo, para ocultar el asunto, ya que ella no contará nada por temor a que sus hermanos sepan lo que habéis hecho’. Pero Iblîs volvió y le dijo: ‘¿Acaso piensas que ella ocultará a sus hermanos lo que hiciste con ella, y que mataste a su hijo? Debes matarla y enterrarla con su hijo’. Y continuó incitándolo hasta que la mató y la enterró junto a su hijo. Colocó sobre la tumba una piedra enorme y lo niveló. Entonces volvió a su lugar de culto y se dedicó a la oración. Permaneció así un tiempo hasta que los hermanos regresaron de la guerra. Cuando fueron donde el monje y preguntaron por su hermana, éste comenzó a lamentar su pérdida y llorar pidiendo por ella misericordia. Les dijo: ‘Ella era la mejor de las mujeres y aquella es su tumba’. Los hermanos fueron hasta la tumba y lloraron por su hermana pidiendo a Allah que tuviera misericordia de ella. Estuvieron ante la tumba durante unos días y luego volvieron a sus familias.

Cuando sobrevino la noche y se durmieron Shaitan se presentó en sus sueños con la apariencia de un viajero. Comenzó con el hermano mayor, preguntándole por su hermana. Éste le dijo lo que el monje les había contado y cómo les había mostrado su tumba. Entonces Shaıtan desmintió al monje diciendo: ‘No os dijo la verdad sobre vuestra hermana. Sino que ella quedó embarazada de él y tuvo un hijo. Pero luego mató a ambos y los enterró por temor a vosotros. Los enterró en un agujero que hizo en el lado derecho de la puerta de la casa que ella habitaba’. Entonces se presentó y dijo lo mismo en el sueño de los dos hermanos restantes.

Cuando los hermanos despertaron, quedaron sorprendidos de lo que habían visto. Cuando se encontraron dijeron: ‘Tuve un sueño asombroso anoche’ y se contaron mutuamente lo que habían visto.

El hermano mayor dijo: ‘Ese sueño no es importante, ignoradlo’. Pero el más joven dijo: ‘No lo dejaré pasar, iré a ese lugar a investigar’. Así fue que fueron hasta el lugar descrito ante la puerta y al excavar encontraron a su hermana y su hijo enterrados como les había sido dicho. Al preguntarle a monje, éste confesó reconociendo lo que Iblîs les había dicho. Así que salió de su ermita para ser ajusticiado.

Cuando lo ataron al madero para ejecutarlo Shaitan se apareció ante él y le dijo: ‘Ahora sabes que yo fui quien te tentó con la joven para que quedara embarazada y luego la matases junto a su hijo. Si me obedeces hoy y niegas (descrees) de Allah, quien te creó y formó, yo te rescataré de esta dificultad’. El monje descreyó de Allah, negando su existencia.

Pero cuando el monje abandonó la Fe, Shaitan lo abandonó, y fue ejecutado.
 Los sabios mencionan esta historia al hacer su comentario sobre la siguiente Aleya:

Son como Satanás cuando dice al hombre: ¡No creas! Y, cuando ya no cree, dice: Yo me desentiendo de ti (59: 16) 

Aludiendo a que esta Aleya se refiere a este monje y a otras personas a las que les cabe el ejemplo y Allah sabe mejor.

Fuente: Los Genios y los Demonios Omar S. Al Ashqar