Shaitan
incita al hombre a desobedecer a Allah alegando que da consejo sincero y que
sólo desea lo mejor. Así fue como juró a Adán que sólo estaba dándole consejo
sincero:
Y les juró: Yo os
aconsejo para vuestro bien. (Corán 7: 21)
Uahb Ibn Munabbih relató
una historia de las Gentes del Libro, que presentamos para demostrar la voluntad y esfuerzo de Shaitan
por desencaminar a la humanidad, poniendo en evidencia su ‘‘consejo sincero’’.
‘‘Hubo una vez un ermitaño asceta de la gente de Israel. Era
la persona más piadosa de su época. Había tres hermanos que tenían una hermana
joven y virgen, y no tenían más que esta hermana. Al ser llamados para acudir a
la guerra, no supieron con quien dejar a su hermana, a quién confiarla para que
la cuidara. Acordaron entonces dejarla a cargo de esta persona piadosa, porque
confiaban en él. Entonces fueron donde él para preguntarle si podían, en
efecto, dejarla con él. Ella estaría en el edificio contiguo a su ermita y a su
cuidado, hasta que ellos volvieran de la guerra. En un principio éste se negó a
su demanda y buscó refugio en Allah de ellos y de su hermana. Pero persistieron
hasta que finalmente aceptó. Les dijo: ‘Dejadla en la casa contigua a mi
ermita’. Así fue que la dejaron en ese lugar y salieron.
La joven permaneció junto a la ermita de esta persona piadosa por
algún tiempo. Él dejaba la comida para ella ante la puerta, cerraba con llave
su puerta y volvía a su ermita. Entonces le avisaba que podía salir de la casa
y tomar la comida. Fue entonces cuando Shaitan se le acercó de manera
imperceptible, animándolo a que la tratara más amablemente. Le dijo que no era
bueno dejar que la mujer saliese de su casa durante el día porque algún hombre podría
verla. Que sería mejor que él mismo llevase la comida hasta su puerta, porque sería
una obra piadosa en su favor. Así fue
que comenzó a llevar la comida hasta su puerta, pero sin hablarle.
Entonces Iblîs vino nuevamente y lo animó a hacer buenas
obras y conseguir más bendiciones. Le dijo: ‘Si llevaras la comida hasta dentro
de su casa conseguirías mayor recompensa’. Continuó animándolo durante algún
tiempo hasta que el siervo comenzó a llevar la comida hasta dentro de la casa.
Y continuó así durante algún tiempo.
Entonces Iblîs (Shaitan) vino nuevamente y lo animó a que
hiciese el bien. Le dijo: ‘Si hablaras con ella, aliviarás su miedo, angustia y
soledad’. Así fue que comenzó a hablar con ella desde la habitación en su
ermita.
Pero una vez más Iblîs vino de nuevo. Le dijo: ‘Si bajas
hasta la puerta de tu casa, y ella hasta la puerta de su casa mientras habláis,
será, sin duda, más reconfortante para ella’. Continuó animándolo hasta que accedió
a bajar y sentarse ante su puerta para hablar con ella. La muchacha salía de su
edificio y se sentaba delante de su puerta y hablaban durante algún tiempo.
Entonces Iblîs vino nuevamente y lo animó a que se esforzara
todavía más en conseguir recompensas por tratarla bien. Le dijo: ‘Si salieras
de tu ermita y te sentaras cerca de su puerta sería más confortable para ella’.
Y continuó exhortándolo hasta que lo hizo por un tiempo.
Entonces Iblîs vino de nuevo. Esta vez le dijo: ‘Si entras
en su casa y hablas con ella, y no haces que muestre su rostro en público será incluso
mejor para ti’. Continuó exhortándolo hasta que entró en su casa, pasando el día
entero hablando con ella. Pero cuando la noche llegaba, volvía a su lugar de
culto.
Entonces Iblîs vino una vez más y comenzó a susurrarle sobre
su belleza y tentándolo, hasta que el monje toco´ su pierna y la besó. Pero Iblîs
continuó susurrándole hasta que finalmente tuvieron relaciones.
Así fue que ella quedo embarazada y dio a luz a un niño.
Entonces Iblîs le dijo al monje: ‘¿No comprendes lo que los hermanos de la
joven harán contigo cuando vean que ha dado a luz un hijo tuyo? No sabes si
expondrán a la luz tu acción. Debes tomar al niño, matarlo y enterrarlo, para
ocultar el asunto, ya que ella no contará nada por temor a que sus hermanos
sepan lo que habéis hecho’. Pero Iblîs volvió y le dijo: ‘¿Acaso piensas que
ella ocultará a sus hermanos lo que hiciste con ella, y que mataste a su hijo?
Debes matarla y enterrarla con su hijo’. Y continuó incitándolo hasta que la mató
y la enterró junto a su hijo. Colocó sobre la tumba una piedra enorme y lo
niveló. Entonces volvió a su lugar de culto y se dedicó a la oración. Permaneció
así un tiempo hasta que los hermanos regresaron de la guerra. Cuando fueron
donde el monje y preguntaron por su hermana, éste comenzó a lamentar su pérdida
y llorar pidiendo por ella misericordia. Les dijo: ‘Ella era la mejor de las
mujeres y aquella es su tumba’. Los hermanos fueron hasta la tumba y lloraron
por su hermana pidiendo a Allah que tuviera misericordia de ella. Estuvieron ante
la tumba durante unos días y luego volvieron a sus familias.
Cuando sobrevino la noche y se durmieron Shaitan se presentó
en sus sueños con la apariencia de un viajero. Comenzó con el hermano mayor,
preguntándole por su hermana. Éste le dijo lo que el monje les había contado y
cómo les había mostrado su tumba. Entonces Shaıtan desmintió al monje diciendo:
‘No os dijo la verdad sobre vuestra hermana. Sino que ella quedó embarazada de él
y tuvo un hijo. Pero luego mató a ambos y los enterró por temor a vosotros. Los
enterró en un agujero que hizo en el lado derecho de la puerta de la casa que
ella habitaba’. Entonces se presentó y dijo lo mismo en el sueño de los dos hermanos
restantes.
Cuando los hermanos despertaron, quedaron sorprendidos de lo
que habían visto. Cuando se encontraron dijeron: ‘Tuve un sueño asombroso
anoche’ y se contaron mutuamente lo que habían visto.
El hermano mayor dijo: ‘Ese sueño no es importante,
ignoradlo’. Pero el más joven dijo: ‘No lo dejaré pasar, iré a ese lugar a
investigar’. Así fue que fueron hasta el lugar descrito ante la puerta y al
excavar encontraron a su hermana y su hijo enterrados como les había sido dicho.
Al preguntarle a monje, éste confesó reconociendo lo que Iblîs les había dicho.
Así que salió de su ermita para ser ajusticiado.
Cuando lo ataron al madero para ejecutarlo Shaitan se apareció
ante él y le dijo: ‘Ahora sabes que yo fui quien te tentó con la joven para que
quedara embarazada y luego la matases junto a su hijo. Si me obedeces hoy y
niegas (descrees) de Allah, quien te creó y formó, yo te rescataré de esta
dificultad’. El monje descreyó de Allah, negando su existencia.
Pero cuando el monje abandonó la Fe, Shaitan lo abandonó, y
fue ejecutado.
Los sabios mencionan
esta historia al hacer su comentario sobre la siguiente Aleya:
Son como Satanás cuando
dice al hombre: ¡No creas! Y, cuando ya no cree, dice: Yo me desentiendo de ti (59:
16)
Aludiendo
a que esta Aleya se refiere a este monje y a otras personas a las que les cabe
el ejemplo y Allah sabe mejor.
Fuente: Los
Genios y los Demonios Omar S. Al Ashqar
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