jueves, 20 de agosto de 2015

¿CÓMO ES LA VIDA DEL INCRÉDULO EN LA TUMBA?

Cuando la muerte le llega al incrédulo, comienza a sentir los azotes del fuego infernal, entonces desea una segunda oportunidad y ruega que se le permita volver a vivir para hacer obras buenas, pero su súplica será en vano.

« Aquellos que no creen en la Otra Vida, siguen engañándose a sí mismos, hasta que, cuando le llega a uno de ellos la muerte, implora: ‘¡Oh, Sustentador mío! ¡Déjame volver, déjame volver para que pueda obrar rectamente allí donde antes fracasé!’ » (Corán 23:99-100)

La Ira Divina se cierne sobre esta alma incrédula y se le presentan ángeles de aspecto tenebroso:

Recibe agua hirviendo, heridas y múltiples tormentos (relato recopilado por Ibn Kazir e Ibn Mayah)

El alma del incrédulo, no podrá contemplar a su Señor, como el Profeta explica:

“Cuando el momento de la muerte del incrédulo se aproxima, él recibe la noticia de que el tormento está cercano, y que le llegará la retribución procedente de Dios, entonces, odia lo que ha de venir, odia el encuentro con Dios, y Dios odia encontrarse con él. » (Sahih Al Bujari)

Dijo el Profeta:

« Quien ama encontrarse con su Señor, Dios ama encontrarse con él, y quien detesta encontrarse con su Señor, Dios odia encontrarse con él » (Sahih Al Bujari)

El ángel de la muerte se sienta a la cabeza del incrédulo, muerto en la tumba y dice: ¡Oh alma incrédula! ¡Marcha a encontrar la ira de Allah! Y arranca con violencia el alma del cuerpo.

“¿Y quién puede ser más perverso que quien inventa una mentira acerca de Dios, o dice: ‘Esto me ha sido revelado,’ cuando no le ha sido revelado nada?, ¿o quién dice: ‘También yo puedo hacer descender lo que Dios ha hecho descender?’

Si pudieras ver a tales malhechores cuando se vean en la agonía de la muerte, y los ángeles extiendan sus manos: ‘¡Entregad vuestras almas! ¡Hoy seréis retribuidos con el sufrimiento de la humillación por haber atribuido a Dios lo que no es verdad, y por haber despreciado arrogantemente Sus mensajes!’” (Corán 6:93)

« Y si tan solo pudieras ver cuando Él haga morir a los que insisten en negar la verdad: los ángeles les golpearán en la cara y en la espalda, y dirán: “¡Saboread el castigo del fuego! » (Corán 8:50)

El alma perversa deja el cuerpo con grandes dificultades, arrancada violentamente por ángeles rudos [1]. El Ángel de la Muerte toma el alma y la pone en una bolsa tejida de pelo que emite un hedor pútrido y repugnante como el de un cadáver pudriéndose (más desagradable que el más hediondo encontrado en la tierra). Los ángeles toman el alma entonces y la interrogan: ¿quién es esta alma malvada? Y son respondidos: tal, el hijo de tal, pronunciando los peores nombres, más ofensivos que aquellos de los peores con los que fue nombrado en la tierra. Luego llega al cielo más bajo, encuentra una puerta y pide que se le abra, pero su pedido es rechazado.

Cuando el Profeta hablaba de estos eventos, recitaba del Sagrado Corán:

« En verdad, para quienes desmienten Nuestros mensajes y se burlan arrogantemente de ellos, no se abrirán las puertas del cielo; y no entrarán en el paraíso, como no entra una soga trenzada por el ojo de una aguja: pues así retribuimos a quienes están hundidos en el pecado. » (Corán 7:40)

Dios dirá: Qué el libro con las obras de esta alma sea enviado a lo más bajo de la Tierra.

El Profeta también recitaba:

« Quien somete su ser por entero a Dios, y además hace el bien, se ha asido en verdad al soporte más firme: y a Dios se remite el desenlace de todos los asuntos. » (Corán 22:31)

Entonces el alma es devuelta a su cuerpo, y se le presentan dos ángeles de aspecto severo, llamados Munkar y Nakir que la interrogan:

Munkar y Nakir: ¿Quién es tu Señor?

El alma: ahhh, ahhh, no lo sé.

Munkar y Nakir: ¿Cuál es tu religión?

El alma: ahhh, ahhhh, no lo sé.

Munkar y Nakir: ¿Qué nos dices de este hombre, Muhámmad que te fue enviado?

El alma: ahh, ahh, no sé.

Habiendo fallado en su interrogatorio, el alma malvada es golpeada con un martillo de hierro con una enorme violencia, cada golpe es como ser arrojado desde una alta montaña.

Entonces se escucha una voz desde el cielo:

Este ha mentido, preparad el infierno para él, abridle una puerta del infierno.

El suelo de su tumba se cubre del fuego del infierno y la tumba se achica hasta que lo deja triturado.

Entonces, un ser increíblemente feo, llevando los vestidos horrendos y emitiendo un olor apestoso viene al alma y dice: Eres afligido y degradado hoy por lo que antes negaste. El alma incrédula pregunta: ¿Quién eres tú, con tu aspecto horrible? Y el ser responderá: Yo soy tus malas acciones.

El incrédulo siente un terrible remordimiento, entonces se le muestra lo que habría sido su morada en el Paraíso, si hubiera vivido una vida virtuosa; un portal se abre para él todas las mañanas y por la tarde otro que le muestra su morada real en el Infierno. Allah menciona en Su Libro cómo las personas perversas como el Faraón están, en este mismo momento, padeciendo tal exposición desde dentro del sus tumbas:

« El fuego que se les había hecho contemplar en vano, mañana y tarde: pues el Día en que llegue la Última Hora, Dios dirá: ‘¡Haced que la gente de Faraón reciba el más severo de los castigos!’ » (Santo Corán 40:46)

Desesperados los incrédulos en sus tumbas claman: “¡Señor, no traigas la última hora, Señor, no traigas la última hora!”

Zaid Bin Zabit, el compañero del Profeta, narró que en una ocasión, pasaron por un lugar donde había tumbas de politeístas, y deteniendo su caballo, el Profeta dijo:

« Esta gente está siendo torturada en su tumba, yo pediría a Dios que vosotros pudieras oírlos suplicar, como yo y este caballo podemos oírlos. » (Sahih Muslim)

Notas:

[1] Al-Hakim, Abu Dawud, y otros.

sábado, 1 de agosto de 2015

La historia del espía del Daÿÿâl

(7028) ’Âmir ibn Sharahîl Al-Sha‘bî Sha‘b Hamdân relató que le preguntó a Fátima bint Qays, la hermana de Al-Dahhâk ibn Qays, que fue de las primeras Emigrantes: “Relátame un hadiz que sólo tú hayas escuchado del Mensajero de Allah (sallalahu aleihi wasalam)”.

Ella dijo: “Si tú quieres lo haré sin duda”.

Dijo: “Muy bien, relátamelo”.

Ella dijo: “Yo me casé con Ibn Al-Mugîrah, que en aquellos días era uno de los mejores jóvenes de Quraysh, y fue a la hora de la puesta del sol. (Los pasajeros) subieron en un pequeño bote y entraron en la isla.

Allí encontraron a una bestia muy peluda, de la que no se podía distinguir su frente de su espalda por la abundancia de pelo. Le preguntaron:

‘¡Ay de ti! ¿Quién eres?’ Contestó: ‘Soy Al-Ÿassâsah (el espía)’.

Dijeron: ‘¿Y quién es Al-Ÿassâsah?’

Dijo: ‘¡Oh gente!, id con aquel hombre en la ermita que está ansioso por conoceros’. Cuando nos mencionó a ese hombre temimos que fuese un demonio.

Fuimos rápidamente hacia la ermita, entramos en ella y nos encontramos con un hombre de buen porte, con sus manos atadas al cuello y sus piernas encadenadas hasta los tobillos.

Le preguntamos: ‘¡Ay de ti! ¿Quién eres?’

Dijo: ‘Pronto sabréis quien soy, pero antes informadme sobre vosotros’.

Dijeron: ‘Nosotros somos árabes, viajábamos en una embarcación, pero las olas nos empujaron a la deriva durante un mes y nos trajeron a tu isla. Subimos en un bote, y así entramos en esta isla donde nos encontramos con una bestia muy peluda de la que no podíamos distinguir su frente de su espalda, por la abundancia de pelo.

Le preguntamos: ‘¡Ay de ti! ¿Quién eres?’

Contestó: ‘Yo soy Al-Ÿassâsah’.

Preguntamos: ‘¿Y quién es Al-Ÿassâsah?’

Dijo: ‘¡Oh gente!, id con aquel hombre en la ermita que está ansioso por conoceros’. Entonces vinimos rápidamente hacia ti temiendo que fuese un demonio’.

Él dijo: ‘Informadme sobre las palmeras de Baysân’.

Dijimos:

‘¿Sobre qué asunto quieres que te informemos?’

Dijo: ‘¿Esas palmeras, tienen frutos?’

Le dijimos:

‘Sí’. Dijo: ‘Tengo dudas de que den frutos’.

Dijo:

Informadme sobre el lago de Tiberíades’.

Dijimos:

‘¿Sobre qué asunto quieres que te informemos?’

Preguntó: ‘¿Tiene agua?’

Dijimos: ‘Tiene agua en abundancia’.

Dijo: ‘Creo que pronto se secará’.

Dijo: ‘Informadme sobre la fuente de Zugar’.

Preguntamos: ‘¿Sobre qué asunto quieres que te informemos?’

Dijo: ‘¿Esa fuente tiene agua? ¿Sus habitantes riegan con el agua de la fuente?’

Le dijimos: ‘Sí, tiene mucha agua y sus habitantes riegan con su agua’.

Dijo: ‘Informadme sobre el Profeta de los gentiles. ¿Qué hizo?’

Dijeron: ‘Salió de Makka y se ha establecido en Yazrib (Medina)’.

Preguntó: ‘¿Los árabes lo han combatido?’

Dijimos: ‘Sí’.

Dijo: ‘¿Y cómo se las ha arreglado con ellos?’

Entonces le informamos que él había vencido a los árabes vecinos y que ellos se habían sometido.

El preguntó: ‘¿Eso ya ha sucedido?’

Dijimos:

‘Sí’.

Dijo: ‘Pues ciertamente lo mejor para ellos es obedecerlo. Os diré algo de mí mismo: yo soy el mesías (1) , y pronto se me permitirá salir. Entonces saldré y recorreré la tierra, y estaré cuarenta días en cada ciudad, excepto en Makka y Taybah (2), ya que ellas me han sido prohibidas; siempre que intente entrar a alguna de ellas habrá un ángel con una espada en la mano enfrentándome, y también habrá ángeles custodiando todos los pasajes que lleven a ellas’».

Luego el Mensajero de Allah (sallalahu aleihi wasalam), golpeando el púlpito con la punta de su bastón, dijo: «Esta es Taybah, esta es Taybah, esta es Taybah», es decir Medina. «¿Yo no os había relatado algo así?».

La gente dijo: ‘Sí’. «A mí me complace el relato de Tamîm ya que concuerda con lo que os he relatado respecto a Medina y Makka. ¡Cuidado!, (dijo que) él (el Daÿÿâl) está en el mar de Siria o en el mar del Yemen. Pero no, sino que está hacia Oriente, está hacia Oriente, está hacia Oriente ». Y señaló con su mano hacia el Este”. Ella dijo: “Esto lo memoricé del Mensajero de Allah (sallalahu aleihi wasalam)”.

Sahih Muslim

(1) El falso mesías.

(2) El Profeta (sallalahu aleihi wasalam) aclara luego que Taybah es Medina.

miércoles, 15 de julio de 2015

La virtud del ayuno durante los seis días del Shawwaal

Ayunar seis días del Shawwaal después del ayuno obligatorio del Ramadán es Sunnah Mustahabbah, no es wayib. Se les recomienda a los musulmanes que ayunen seis días del Shawwaal, y hay gran virtud en ésto y una recompensa inmensa. Aquel que ayune estos seis días tendrá grabada la recompensa como si hubiera ayunado un año completo, como fue informado en un hadiz sahih del Profeta (la paz y las bendiciones de Allah desciendan sobre él). Abu Ayyub (que Allah esté complacido con él) informó que el Mensajero de Allah (la paz y las bendiciones de Allah desciendan sobre él) dijo:

“Para el que ayune durante el Ramadán y continúa ayunando seis días del Shawwaal, ésto será como si ayunara una vida entera”. (Narrado por Muslim, Abu Dawud, al-Tirmidhi, al-Nisaa’i y Ibn Maayah).

El Profeta (la paz y las bendiciones de Allah desciendan sobre él) explicó ésto cuando dijo: “El que ayune durante seis días después de (Eid) al-Fitr ha completado un año: (el que realice una buena acción (hasanah) obtendrá diez hasanah como ésta)”: Según otro informe: “Allah ha hecho para cada hasanah diez como ésta, entonces ayunar un mes es como ayunar durante diez meses, y ayunar seis días completa el año”. (al-Nisaa’i y Ibn Maayah.

Vea también Sahih al-Targhib wa’l-Tarhib, 1/421).

También fue narrado por Ibn Juzaymah con las siguientes palabras:

“Ayunar durante el mes del Ramadán trae recompensas multiplicadas por diez, y ayunar por seis días trae la recompensa de dos meses, y éste es el ayuno de un año entero”.

Los Hanbali y los Shaafi’i explicaron que ayunar durante los seis días del Shawwaal después del ayuno del Ramadán hace que esto sea como si él hubiera realizado los ayunos obligatorios durante un año entero, debido a la multiplicación de la recompensa se aplica también a los ayunos nafil, porque cada hasanah trae la recompensa de diez acciones similares.


Otro beneficio importante del ayuno de los seis días del Shawwaal es que subsana cualquier error de una persona cometido durante los ayunos obligatorios del Ramadán, porque nadie está libre de los errores o pecados que tienen un efecto negativo sobre el ayuno. El Día de la Resurrección, algunas de sus acciones nafil se tomarán para subsanar las fallas en las acciones obligatorias, como el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah desciendan sobre él) dijo: "Lo primero por lo que una persona deberá rendir cuentas el Día de la Resurrección será su salaah (plegaria). Nuestro Señor, alabado y glorificado sea, le dirá a Sus ángeles – aunque Él sabe mejor- “Miren la salaah de Mi esclavo, si está completa o no”. Si es perfecta, será registrada como perfecta, si le falta algo, Él dirá: “Miren si Mi siervo hizo alguna plegaria voluntaria (nafil)”. Si hay plegarias voluntarias, Allah dirá, “Completen las acciones obligatorias de Mi esclavo con sus acciones voluntarias. Entonces todas sus acciones serán tratadas del mismo modo”. (Narrado por Abu Dawud).

lunes, 13 de julio de 2015

TIPOS DE ZAKAT EN RAMADÁN

Fidyah


La compensación por la falta de un ayuno para aquellos que no pueden ayunar debido a la mala salud, la discapacidad o el embarazo. Fidya usualmente consiste en alimentar a una persona pobre por cada día de ayuno no realizado. El precio por  Fidya ( ayuno perdido ) es de 5€ euros. Por mes  un completo no ayunado se debe pagar 150€

Kaffarah

Kaffarah: Compensación que hay que dar, si alguien deliberadamente sin motivo rompe el ayuno en Ramadán sin una razón válida. Para compensar, deben ayunar continuamente durante 60 días o si no son capaces de hacerlo, deben alimentar a 60 personas pobres a una precio de 5€ por persona.

Zakat al-Fitr

Zakat al-Fitr es un pago único que se hace una vez entre el primer día del mes de Ramadán y el primer día de Shawwal. Uno está obligado a pagar Fitrah o Fitrana unos días antes del Eid para que la persona que lo recibe puede comprar comida, ropa u otros artículos de necesidad y unirse a otros musulmanes en la celebración del Eid al Fitr.


Todos los musulmanes están obligados a pagar esto, independientemente de su edad, el estado o la riqueza. La cantidad de zakat por pagar es de aproximadamente 3 kg de alimentos básico en el país en cuestión o una cantidad de dinero que es el  equivalente al precio de los alimentos.

miércoles, 1 de julio de 2015

El acontecimiento del elefante

Este incidente ocurrió el mismo año que nació el Profeta, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, aproximadamente en el 571 d.C. La historia está mencionada en la Sura número 105 del Corán. El Yemen se encontraba bajo el dominio de los abisinios, y Abraha Ibn As-Sabah actuaba como virrey. Abraha se percató de que la gente del Yemen se preparaba para visitar Meca, que Allah la honre, todos los años en la misma temporada. Por lo tanto, decidió construir una iglesia en San’a, capital del Yemen, y envió una carta a Negus, rey de Abisinia, informándole que estaba construyendo una gran iglesia para atraer la atención de la gente hacia ella y así desistieran de peregrinar hacia la Ka’bah. Un árabe de la tribu de Kinanah supo acerca de su plan y entró en la iglesia ensuciándola con eses fecales.

Abraha preguntó quién había realizado semejante acción y algunas personas le dijeron que fue una de las gentes de la Ka’bah. Abraha juró destruir la Ka’bah, informó a Negus de sus planes y le pidió que le enviara su enorme y fuerte elefante: Mahmud. Negus aceptó su petición.

Luego, Abraha procedió a invadir Meca con un numeroso ejército y algunos elefantes. Los árabes quedaron impresionados con este ejército, pero aun así lucharon contra él.

Las tribus árabes lucharon contra Abraha, desunidas, y fueron vencidas una a una. Luego, Abraha envió un emisario a ‘Abdul Muttalib, el líder de la Meca y abuelo del Profeta, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, para informarle que había venido a destruir la Ka’bah. ‘Abdul Muttalib respondió: “No nos pondremos en su camino. Esta es la casa de Allah y de Su amigo Ibrahim. Si Decide protegerla, lo Hará porque es Su casa y un lugar sagrado”. Luego, se dirigió dónde Abraha, y debido a su buen semblante y belleza se ganó la simpatía de Abraha, quien lo trato bien. ‘Abdul Muttalib le pidió a Abraha que le devolviera 200 de sus camellos confiscados por el ejército. Abraha le dijo a su intérprete que le dijera a ‘Abdul Muttalib que lo admiraba, pero no entendía por qué estaba preocupado por sus camellos y no por la casa de sus ancestros, su honor y gloria. ‘Abdul Muttalib respondió: “Yo sólo soy dueño de los camellos, y la Ka’bah tiene su propio Señor que la Protegerá”. Abraha dijo: “Al-lah no Puede prevenirme de hacerlo”. ‘Abdul Muttalib dijo: “Haz como quieras”. Abraha ordenó a su ejército devolver los camellos a su dueño, quien por su lado informó a los Quraish del ataque y les ordenó dirigirse a las montañas circundantes para allí buscar refugio. ‘Abdul Muttalib se dirigió a la Ka’bah y suplicó diciendo: “¡Oh, Allah! Sólo a Ti pedimos ayuda y protección; el verdadero enemigo es aquel que muestra enemistad contra Ti y Tu Casa, Protégela pues”.

Cuando Abraha empezó a dirigirse contra la Ka’bah, algunos árabes tomaron por las orejas al elefante ordenándole arrodillarse porque se encontraba en territorio sagrado, y ocurrió que Mahmud se detuvo. Los abisinios hicieron su mejor esfuerzo por hacerlo ponerse de pie nuevamente, pero fue en vano. Cuando lo dirigían hacia el Yemen, el elefante caminaba, lo mismo ocurría si lo dirigían hacia Siria o el este. Pero se negaba a avanzar en dirección de la Ka’bah. Entonces, Allah Envió bandadas de pájaros del lado del mar; cada pájaro cargaba tres piedrecillas: una en cada pata y una en su pico. Los pájaros cubrieron toda el área y dejaron caer las piedrecillas. Los soldados escaparon, pero de nada les sirvió porque poco a poco iban pereciendo, desintegrándose por el poder de Allah. En cuanto a Abraha, escapó hacia el Yemen y en el camino iba perdiendo sus órganos uno a uno. Finalmente, pereció al rasgarse su pecho.


Esta historia fue mencionada en el Sagrado Corán, en la Sura 105, con las siguientes palabras (que se interpretan en español): {¿No has observado lo que hizo tu Señor con el ejército del elefante? Desbarató sus planes [de destruir la Ka‘bah], y Envió sobre ellos bandadas de aves que les arrojaron piedras de arcilla dura y les Dejó como heno comido [por el rebaño]. } [Corán 105:1-5]

miércoles, 24 de junio de 2015

Lo permitido entre esposos durante Ramadán

Está permitido que un hombre tenga intimidad con su esposa mientras ayuna, siempre y cuando no tenga relaciones ni eyacule.

Al-Bujaari (1927) y Muslim (1106) narraron que ‘Aa’ishah (que Allah esté complacido con ella) dijo: “El Profeta (la paz y las bendiciones de Allah desciendan sobre él) solía besar y tener intimidad mientras ayunaba, y él podía controlar sus deseos más que ninguno de ustedes”.

Al-Sindi dijo:

La palabra yubaashir (traducida como “tener intimidad”) significa tocar la piel de la esposa y que ella lo toque a él, como al poner su mejilla contra la suya y cosas similares.

A lo que se refiere aquí es a tocar la piel, no a las relaciones sexuales.

¿Qué es lo que tiene permitido hacer un hombre que está ayunando con su esposa que también está ayunando?

Respondió:

El hombre que está cumpliendo un ayuno obligatorio no tiene permitido hacer nada con su esposa que lo lleve a la eyaculación. Las personas varían en la rapidez con la que llegan al clímax; algunas de ellas son más lentas y pueden controlarse por completamente, como lo dijo ‘Aa’ishah (que Allah esté complacido con ella) con respecto al Mensajero de Allah (la paz y las bendiciones de Allah desciendan sobre él): “…él podía controlar sus deseos más que ninguno de ustedes”. Otras personas no pueden controlarse, y eyaculan rápidamente. Este tipo de persona no debe tener intimidad con su esposa ni tocarla o besarla, etc., mientras cumple con un ayuno obligatorio. Si una persona sabe que puede controlarse, entonces puede abrazar y besar a su esposa incluso mientras cumple con un ayuno obligatorio, pero debe tener cuidado con las relaciones sexuales (durante el día) en Ramadán, porque para el que está obligado a ayunar esto se convierte en cinco cosas:

1- Es un pecado.

2- El ayuno se invalida.

3- Él debe evitar comer y beber, etc. por el resto del día. Todo aquel que rompa el ayuno durante Ramadán sin una razón legítima debe evitar comer, etc. (por el resto del día) y también debe recuperar ese día.

4- Él debe recuperar ese día porque ha perdido un acto obligatorio de adoración, que debe recuperar.

5- Debe ofrecer una expiación.


Si la persona estaba cumpliendo con un ayuno obligatorio en un momento que no es el de Ramadán –como al recuperar los días perdidos durante Ramadán, o al realizar un ayuno de expiación, etc., entonces la ruptura del ayuno tiene dos consecuencias: el pecado y la obligación de recuperar ese día. Sin embargo, si se trataba de un ayuno voluntario, y la persona tiene relaciones en ese momento, no tiene que hacer nada para compensarlo.