miércoles, 1 de octubre de 2014

Orden cronológico del Corán


Las Suras (o capítulos) del Corán no se encuentran ordenadas cronológicamente, sino que se encuentran ordenadas, de forma que comienzan por la más larga y finalizan en la más corta. La única excepción es la Sura Al-Fatiha que es la primera.
La siguiente lista muestra el orden cronológico de las Suras Coránicas

Orden Cronológico
Sura
Número de Versos
Lugar donde fue revelada
Orden Tradicional
1
Al-Alaq
19
La Meca
96
2
Al-Qalam
52
La Meca
68
3
Al-Muzzammil
20
La Meca
73
4
Al-Muddathir
56
La Meca
74
5
Al-Fatiha
7
La Meca
1
6
Al-Masadd
5
La Meca
111
7
At-Takwir
29
La Meca
81
8
Al-Ala
19
La Meca
87
9
Al-Lail
21
La Meca
92
10
Al-Fajr
30
La Meca
89
11
Ad-Dhuha
11
La Meca
93
12
Al-Inshirah
8
La Meca
94
13
Al-Asr
3
La Meca
103
14
Al-Adiyat
11
La Meca
100
15
Al-Kauther
3
La Meca
108
16
At-Takathur
8
La Meca
102
17
7
La Meca
107
18
Al-Kafiroon
6
La Meca
109
19
Al-Fil
5
La Meca
105
20
Al-Falaq
5
La Meca
113
21
An-Nas
6
La Meca
114
22
Al-Ikhlas
4
La Meca
112
23
An-Najm
62
La Meca
53
24
Abasa
42
La Meca
80
25
Al-Qadr
5
La Meca
97
26
Ash-Shams
15
La Meca
91
27
Al-Burooj
22
La Meca
85
28
At-Tin
8
La Meca
95
29
Quraish
4
La Meca
106
30
Al-Qaria
11
La Meca
101
31
Al-Qiyama
40
La Meca
75
32
Al-Humaza
9
La Meca
104
33
Al-Mursalat
50
La Meca
77
34
Qaf
45
La Meca
50
35
Al-Balad
20
La Meca
90
36
At-Tariq
17
La Meca
86
37
Al-Qamar
55
La Meca
54
38
Sad
88
La Meca
38
39
Al-Araf
206
La Meca
7
40
Al-Jinn
28
La Meca
72
41
Ya-Sin
83
La Meca
36
42
Al-Furqan
77
La Meca
25
43
Fatir
45
La Meca
35
44
Maryam
98
La Meca
19
45
Taha
135
La Meca
20
46
Al-Waqia
96
La Meca
56
47
Ash-Shuara
226
La Meca
26
48
An-Naml
93
La Meca
27
49
Al-Qasas
88
La Meca
28
50
Al-Isra
111
La Meca
17
51
Yunus
109
La Meca
10
52
Hud
123
La Meca
11
53
Yusuf
111
La Meca
12
54
Al-Hijr
99
La Meca
15
55
Al-Anaam
165
La Meca
6
56
As-Saaffat
182
La Meca
37
57
Luqman
34
La Meca
31
58
Saba
54
La Meca
34
59
Az-Zumar
75
La Meca
39
60
Al-Ghafir
85
La Meca
40
61
Fussilat
54
La Meca
41
62
Ash-Shura
53
La Meca
42
63
Az-Zukhruf
89
La Meca
43
64
Ad-Dukhan
59
La Meca
44
65
Al-Jathiya
37
La Meca
45
66
Al-Ahqaf
35
La Meca
46
67
Adh-Dhariyat
60
La Meca
51
68
Al-Ghashiya
26
La Meca
88
69
Al-Kahf
110
La Meca
18
70
An-Nahl
128
La Meca
16
71
Nooh
28
La Meca
71
72
Ibrahim
52
La Meca
14
73
Al-Ambiya
112
La Meca
21
74
Al-Mumenoon
118
La Meca
23
75
As-Sajda
30
La Meca
32
76
At-Tur
49
La Meca
52
77
Al-Mulk
30
La Meca
67
78
Al-Haaqqa
52
La Meca
69
79
Al-Maarij
44
La Meca
70
80
An-Naba
40
La Meca
78
81
An-Naziat
46
La Meca
79
82
Al-Infitar
19
La Meca
82
83
Al-Inshiqaq
25
La Meca
84
84
Ar-Room
60
La Meca
30
85
Al-Ankaboot
69
La Meca
29
86
Al-Mutaffifin
36
La Meca
83
87
Al-Baqara
286
Medina
2
88
Al-Anfal
75
Medina
8
89
Al-i-Imran
200
Medina
3
90
Al-Ahzab
73
Medina
33
91
Al-Mumtahina
13
Medina
60
92
An-Nisa
176
Medina
4
93
Al-Zalzala
8
Medina
99
94
Al-Hadid
29
Medina
57
95
Muhammad
38
Medina
47
96
Ar-Rad
43
Medina
13
97
Al-Rahman
78
Medina
55
98
Al-Insan
31
Medina
76
99
At-Talaq
12
Medina
65
100
Al-Bayyina
8
Medina
98
101
Al-Hashr
24
Medina
59
102
An-Noor
64
Medina
24
103
Al-Hajj
78
Medina
22
104
Al-Munafiqoon
11
Medina
63
105
Al-Mujadila
22
Medina
58
106
Al-Hujraat
18
Medina
49
107
At-Tahrim
12
Medina
66
108
At-Taghabun
18
Medina
64
109
As-Saff
14
Medina
61
110
Al-Jumua
11
Medina
62
111
Al-Fath
29
Medina
48
112
Al-Maeda
120
Medina
5
113
At-Taubah
129
Medina
9
114
An-Nasr
3
Medina
110


El orden de las suras y las aleyas en el Corán

¿Por qué las suras en el Corán están ordenadas de esa manera? (Teniendo en cuenta que la primera surah en ser revelada es la que comienza diciendo “íqra-recita”).

 El motivo es el consenso de los eruditos, y muchos textos, comenzando por el
orden de las aleyas en una surah, lo que es bien conocido. El consenso fue reportado por muchos eruditos, incluyendo a az-Zarkashi en al-Burhán y Abu Ya’far, quien dijo: “El orden de las aleyas en las suras proviene de que es así como fue instituido por el Profeta (paz y bendiciones de Allah sean con él) y no hay disputa entre los musulmanes con respecto a este asunto”.

 El texto que examina este asunto incluye lo siguiente:

 El reporte narrado por Áhmad, Abu Dawud, at-Tírmidi, an-Nisá’, Ibn Hibbán y al-Hákim de Ibn ‘Abbás, quien dijo: “Le dije a ‘Uzmán: “¿Qué ha hecho que pongas surat al-Anfál, la cual es una de las Madaní, siguiendo a Surat at-Tawbah, que es una de las Mi’ín? ¿Por qué no pusiste la bismilah entre ellas cuando la colocaste en el resto de as-Sab’a at-Tiwál (Las siete suras largas)? ‘Uzmán dijo: “El Mensajero de Allah (paz y bendiciones de Allah sean con él) solía recibir la revelación de suras con muchas aleyas. Cuando eran reveladas, él llamaba a sus escribas y les decía “pongan estas aleyas en tal surah, donde tal y tal es mencionado”. Al-Anfál fue una de las últimas partes del Corán en ser revelada en Medinah, y Bará’ah (at-Tawbah) fue una de las últimas partes del Corán en ser revelada. Las historias de at-Tawbah fueron similares a las historias mencionadas en al-Anfál, de tal manera que se pensó que formaban parte de la misma surah. El Mensajero de Allah (paz y bendiciones de Allah sean con él) fue llevado (es decir, falleció) sin explicar si al-Anfál era ciertamente parte de at-Tawbah, así que fueron puestas la una siguiendo a la otra, y la básmalah no fue escrita entre ellas, y at-Tawbah fue colocada entre sab’a at-Tiwál (las siete suras largas)”. (Al-Hákim dijo: “Su cadena es sahih”, y ad-Dahabi acordó con él. Al-Mustadrak, 2/330).

 Áhmad narró en al-Musnad (4/218) con una cadena de transmisión buena de ‘Uzmán ibn Abi l ‘Ás, que él dijo: “Yo estuve sentado con el Mensajero de Allah (paz y bendiciones de Allah sean con él) cuando él fijó su mirada en algo, entonces bajó su mirada hasta quedó casi mirando al suelo, y así permaneció observando algo. Luego dijo: “Gabriel (la paz sea con él) vino a mí y me dijo que colocara esta aleya en este lugar, en esta surah:

 “Allah ordena ser equitativo, benevolente y ayudar a los parientes cercanos. Y prohíbe la obscenidad, lo censurable y la opresión. Así os exhorta para que reflexionéis”. (an-Nahl 16:90 – interpretación del significado)”.

 Al-Bujari narró en as-Sahih (nº 4536) que Ibn Abi Mulaíkah dijo: “Ibn az-Zubair dijo: “Le dije a ‘Uzmán, “Esta aleya que está en al-Báqarah (interpretación del significado): 

“Las viudas deberán esperar cuatro meses y diez días [para volver a casarse]…. Dejad explícitamente en un testamento, antes de que os sorprenda la muerte, la manutención de vuestras esposas por un año para que no necesiten salir de sus hogares; pero si salieren, no será un pecado siempre que se conduzcan decentemente. Alá es Poderoso, Sabio” (al-Báqarah 2:234-240) ha sido abrogada por otra, entonces ¿Por qué la escribiste? Él dijo: “déjala como está, sobrino mío, yo no cambiaré nada”.

 Muslim narró en as-Sahih (nº 1617) que ‘Umar dijo: “Yo no le pregunté al Profeta (paz y bendiciones de Allah sean con él) acerca de nada más que sobre al-Kalálah (aquellos que murieron sin dejar ni parientes ni descendientes como herederos), hasta que él me empujó en el pecho con su dedo y dijo: “¿Acaso no es aiat as-sayf al final de surat an-Nisá’ suficiente para ti?”.

 Está también el hadiz acerca de la aleyas al final de Surat al-Báqarah.

 Muslim narró (nº 809) de Abu al-Dardá’ que quien fuera que memorice las primeras diez aleyas de Surat al-Kahf será protegido del Anticristo Dayyál; de acuerdo a otra versión, quien recite los últimos versos será protegido.

 La recitación del Profeta de varias suras en presencia de sus compañeros indica que el orden de las aleyas es algo que fue instituido y ordenado por él, y que sus compañeros no colocaron las aleyas en un orden diferente a aquél en que el Profeta (paz y bendiciones de Allah sea con él) solía recitarlas. Los reportes en base a los cuales se determinó esto alcanzan el nivel de mutawátir.

 Al-Qádi Abu Bakr dijo en al-Intisár: “El orden de las aleyas es algo que es obligatorio respetar. Gabriel solía decir al Profeta (paz y bendiciones de Allah sean con él) coloca tal y tal aleya en tal y tal lugar”.

 Él también dijo: “Lo que nosotros pensamos es que todo lo que Allah reveló y ordenó que sea escrito, y lo que no fue abrogado después de ser revelado, es lo que está contenido entre las cubiertas del musjaf de ‘Uzmán, y que no hay nada agregado u omitido en él. Su orden es el mismo que fue ordenado por Allah, exaltado sea, e instituido por el Profeta (paz y bendiciones de Allah sean con él). Nadie ha movido una aleya hacia atrás ni hacia delante. La comunidad aprendió del Profeta (paz y bendiciones de Allah sean con él) el orden de las aleyas de cada surah apropiadamente, tal como fueron aprendidas del Profeta la correcta pronunciación y recitación”.

 Al-Baghawi dijo en Shárh as-Sunnah: “El Mensajero de Allah (paz y bendiciones de Allah sean con él) solía dar instrucciones a sus compañeros y enseñarles lo que le fue revelado del Corán en el orden en el que aparece en nuestro musjaf ahora, el orden que Gabriel le enseñó. Cuando cada aleya era revelada, Gabriel le decía, “esta aleya es para ser escrita después de tal y tal en la surah tal y tal. Entonces es claro que los esfuerzos de los sahabas se limitaron simplemente a reunir todo el Corán en un solo sitio, no para acomodar su orden. El Corán está escrito sobre al-Láwh al-Mahfuz en este orden, entonces Allah lo reveló en su totalidad al primer cielo, de donde fue revelado en etapas como era necesario, y el orden en el cual fue revelado no es el orden en el que es recitado”.

 Con respecto al orden de las suras, ¿Fue esto también instituido por el Profeta (paz y bendiciones de Allah sean con él), o fue producto de la iytihad de los sahabas? En este asunto, ha habido diferencias entre los eruditos. La mayoría de los eruditos, incluyendo a Malik y al-Qádi Abu Bakr, de entre estas dos opiniones, favorecieron la segunda.

 Ibn Fáris dijo: “Hubo dos aspectos de la compilación del Corán. Uno fue poner las suras en un cierto orden, tal como poner as-Sab’ at-Tiwál (las siete suras largas) primero, y seguirlas con las Mi’ín, que es lo que los sahabas hicieron. El segundo aspecto es el orden de las aleyas dentro de las suras. Este orden fue instituido por el Profeta (paz y bendiciones de Allah sean con él), quien las recitó como le fueron transmitidas por Gabriel, por orden de su Señor. Sobre esta base, los salaf difirieron sobre el orden en el que debían aparecer las suras. Algunos de ellos las colocaron en el orden que fueron reveladas, tal como estuvo el musjaf que pertenecía a ‘Ali, que comenzaba con ‘Iqra (al-‘Alaq), luego al-Muddázzir, luego Nun (al-Qálam), luego al-Muzzámmil, y así. El musjaf de Ibn Mas’ud comenzaba con al-Báqarah, luego an-Nisá’, luego ‘Ali Imrán, con algunas otras diferencias. El musjaf de Ubaiy fue similar”.

 Al-Karmáni dijo en al-Burhán: “El orden de las suras como están ahora es el mismo que figura en al-Lawh al-Mahfuz, el cual está con Allah. Este es el orden en el cual el Profeta (paz y bendiciones de Allah sean con él) solía releer las suras del Corán con Gabriel una vez al año. Y en el año en el cual falleció, él releyó todo el Corán dos veces con Gabriel, y las últimas aleyas en ser reveladas fueron (interpretación del significado): “Temed el día en que seréis retornados a Alá, y en que cada persona reciba lo que merezca sin ser oprimido”. (al-Báqarah 2:281). Gabriel ordenó al Profeta (paz y bendiciones de Allah sean con él) colocar esto entre las aleyas tratando sobre la usura y los préstamos”.

 Az-Zarkashi dijo en al-Burhán: “La diferencia entre los dos puntos de vista es terminológica. Aquellos que apoyaron el segundo punto de vista dijeron que eso es lo que les fue enseñado, entonces ellos podían aprender las razones de la revelación y la secuencia de las palabras. Por eso Malik dijo que compilaron el Corán de acuerdo a lo que oyeron del Profeta (paz y bendiciones de Allah sean con él), tanto como dijeron que el orden de las suras fue producto de su iytihad. Él dijo que la disputa se redujo a una, que es: Si fue esto una instrucción verbal del Profeta (paz y bendiciones de Allah sean con él), o estaban ellas meramente referidas a lo que él solía hacer, lo cual les daría lugar para hacer iytihad”.

 Al-Baihaqi dijo en al-Madjal: “En el tiempo del Profeta (paz y bendiciones de Allah sean con él), las suras y aleyas del Corán estaban en este orden, excepto por al-Anfál y Bará’ah (at-Tawbah), como vemos en el hadiz de ‘Uzmán arriba citado”.

 Ibn ‘Atiyah dijo: “El orden de muchas de las suras fue conocido durante el tiempo en que el Profeta (paz y bendiciones de Allah sean con él) estuvo vivo, tal como las siete suras largas, aquellas que comienzan con Ha -  Mím, y al-Mufással. Con respecto a las otras, puede ser que esto fuera dejado para que la comunidad determine su orden luego de su muerte.”

 Abu Ya’far dijo: “Los reportes apoyan más de lo que Ibn ‘Atiyah dijo, y algo de esto está abierto a debate, tal como el hadiz: “Recita las dos suras brillantes, al-Báqarah y ‘Ali ‘Imrán”. (Reportado por Muslim, nº 804).

 Al-Bujari narró (nº 4739) que Abd Allah ibn Mas’ud (que Allah esté satisfecho de él) dijo: “Bani Isra’il (al-Isrá’), al-Kahf, Maryam, Ta-Ha y al-Anbiá, estas son de entre las primeras y más bellas suras, ellas son mis tesoros” (significa, estas están entre las primeras que recité).

 Abu Ya’far an-Nahhás al-Mujtár, dijo que las suras fueron compiladas en este orden proviniendo del Mensajero de Allah (paz y bendiciones de Allah sean con él) según el hadiz de Wázilah: “En lugar de la Tora me fueron dadas las siete suras largas”. Él dijo: “Este hadiz indica que el orden del Corán fue tomado del Profeta (paz y bendiciones de Allah sean con él).

 Ibn Hayar dijo: “El hecho que las suras, o la mayoría de ellas, están en un orden dado no es contradictorio con la idea de que esto fue instituido por el Profeta (paz y bendiciones de Allah sean con él). Lo que verifica que esto fue instituido por el Profeta (paz y bendiciones de Allah sean con él) es el reporte narrado por Áhmad y Abu Dawud de Aws ibn Hudaifah, quien dijo: “Les preguntamos a los compañeros del Mensajero de Allah (paz y bendiciones de Allah sean con él) en la mañana: “¿Cómo consignaron por escrito el Corán en capítulos?” Ellos dijeron: “Lo escribimos en capítulos de seis suras, cinco suras, siete suras, nueve suras, once suras y trece suras, y el capítulo de al-Mufással, desde Qaaf hasta el final”. Esto indica que el orden de las suras (como aparecen en el musjaf ahora) existe desde el Mensajero de Allah, o es posible que lo que fue conocido durante aquel tiempo fuera Hizb al-Mufással específicamente, lo que cual no sería el caso del resto”.

 Ver al-Itqán fi ‘Ulúm al-Qur’án por as-Suyúti, 1/62-65).

 Y Allah sabe más.


Fuente: Islam Q&A, WikiIslam

martes, 16 de septiembre de 2014

AL-KHAWARIJ Y SU CRUELDAD

Narró Yusair ibn Amir:

Le pregunté a Sahl bin Hunaif: "¿Has oído algo que haya dicho el  Profeta sobre Al-Khawarij?"Él dijo:

"Yo le oí decir mientras apuntaba su mano hacia Irak:

-‘Aparecerá allí (es decir, en Irak) alguna gente que va a recitar el Corán pero éste no irá más allá de sus gargantas, y se irán del Islam [dejarán el Islam –por sus extravíos-] como una flecha que corre a toda velocidad traspasa el cuerpo de su presa [signo de su crueldad]. ‘” [Sahih Bukhari: Volumen 9, Libro 84, Número 68]

Ali (r.a.) dijo:

“Escuché al Mensajero de Allah (s.a.w.) decir:

‘Surgirá al final del tiempo una gente que será de edad joven y de pensamiento inmaduro pero hablarán como si sus palabras fueran las mejores de todas las criaturas.
Recitarán el Corán, pero éste no pasará de sus gargantas [es decir, no serán dignos del Corán]. Y atravesarán la religión [es decir, la abandonarán, pensando que la sostienen] como una flecha que va hacia su presa [signo de su crueldad]… [Sahih Muslim: Libro 005, Número 2328]

Los khawarijis fueron el primer grupo sectario que ensució de sangre el Islam con sus revueltas en las que acusaban a otros musulmanes de ser infieles y apóstatas, se consideraban a sí mismos como los mejores musulmanes que podía haber, provocaron matanzas y crímenes horribles, y fueron una plaga que aterrorizó a la Nación del Islam.

Pero el Profeta Muhammad, la paz sea con él, enseñó que el fenómeno del khawarijismo, en su esencia, se reproduciría a lo largo de las épocas, y advirtió cómo reconocerlos y qué condición tendrían. Nuestra época, por tanto, no está fuera de sus palabras. Sabemos quiénes son los khawarijis de hoy. El mundo ve sus barbaridades.

Abdallah ibn ‘Amr ibn al ‘As narró que el Profeta Muhammad (s.a.w.), dijo:

-"Aparecerá un grupo de gente de mi Ummah [de entre la Comunidad de musulmanes] en dirección del oriente. Recitarán el Corán pero no pasará de sus gargantas [es decir, no serán dignos del Corán]. Cada vez que una generación de ellos aparezca, será eliminada. Cada vez que una generación de ellos aparezca, será eliminada. Cada vez que una generación de ellos aparezca, será eliminada. [Abdallah dijo: "Lo dijo más de diez veces "] Hasta que el Anticristo [el Dayyal] aparezca de sus últimos rezagos".

[Narrado en el Musnad de Ahmad ibn Hanbal, en al Mustadrak de al Hakim, en al Fitan de Un’aym ibn Hammad, entre otros ].

Y finalmente:

Abu Ghalib narró que Abu Umamah dijo:

"Ellos son los perros del infierno. Son los más malvados de todos los que sean muertos bajo los Cielos, y los mejores de aquellos que hayan sido asesinados [como compensación divina por la injusticia que sufran] son los que mueran a sus manos".

Entonces [Abu Umamah] recitó el versículo:

“El Día en el que muchos rostros serán luminosos y muchos rostros serán oscuros…” [Sagrado Corán, 3:106]

Le pregunté a Abu Umamah:

“¿Escuchaste eso del Mensajero de Dios (la bendición y la paz de Dios sean sobre él)? Y me respondió:

“Si no lo hubiera escuchado una vez, dos veces, tres veces, cuatro veces, cinco veces, y seis o hasta siete veces, no te lo habría narrado en absoluto”.

[Narrado en el Sunan de al Tirmidhi, en el Musnad de Ahmad ibn Hanbal, en el Mustadrak de al Hakim, en al Sunan al Kubra de al Bayhaqi y en el Musnad al Shamiyyin de al Tabarani].

Y como nos enseñó nuestro amado Profeta (s.a.w.):

-¿Acaso no queréis que os hable de la gente del infierno?

-El inhumano, el avaro, el engreído. (Relatado por Sahih Al-Bujari y Muslim 1.256)


lunes, 15 de septiembre de 2014

La verdad que tenemos que saber del Estado Islámico (ISIS)

Se vive hoy en día una situación que amenaza la estabilidad y el bienestar de toda la región de Iraq y Siria  que es difícil de entender porque todos los bandos involucrados declaran ser musulmanes. Esta una situación que ha causado la muerte, no solo de miles de musulmanes, sino incluso de cientos de miles, muchos de los cuales son, una vez más, mujeres y niños. El epicentro de este conflicto es Siria, pero desde ese entonces se ha extendido a Iraq. En un lado tenemos a Bashar Al Assad y el liderazgo Shi’a de Iraq y, en el otro, el grupo que se conoce como Estado Islámico, o ISIS. (Estado Islámico de Irak y el Levante, EIIL por sus siglas en castellano e ISIL o ISIS por sus siglas en inglés. Llamado según sus propios integrantes Estado Islámico, EI).

Todos conocemos la brutalidad y los excesos de Assad, un hombre que procede de los Nusayri, la secta Shi’a Alawi, cuyos dogmas están muy lejos del Islam.  Él y sus soldados han asesinado, saqueado y utilizado gases letales contra sus propios ciudadanos. Y también conocemos la brutalidad y los excesos del gobierno Shi’a de al-Maliki en Iraq que ha utilizado su paso por la presidencia para desatar la venganza y el castigo contra todos los que parecían estar conectados, de una u otra manera, con el régimen anterior. Este conocimiento podría tentarnos a defender el bando del ISIS en el conflicto actual porque se declaran musulmanes y no Shi’a. Pero esto sería un grave error.

En vez de ser una manifestación moderna del califato auténtico y de las formas correctas del gobierno islámico, son en realidad una manifestación de los grupos más secesionistas y destructores que han aparecido en la historia del Islam: los jawariŷ. El término ‘jawariŷ’ es una palabra árabe que significa “los que se han salido”, y que fue utilizado en un principio para describir a un grupo que había abandonado el grupo principal de los musulmanes para adoptar una postura extrema y desviada en la época del Califato de Sayyidina Ali Ibn Abi Talib. Esto tuvo lugar tras la batalla de Siffin, en el conflicto entre Ali y Sayyidina Mu’awiya. El conflicto duraba ya un cierto tiempo sin que se viera una solución posible; en consecuencia, los dos grupos aceptaron un arbitrio con Abu Musa al-Ash’ari representando a Ali y Amr Ibn al-As representando a Mu’awiya. Pero un número de individuos que se habían aliado con Sayyidina Ali para la batalla rechazaron esta medida, fueron a verlo y le dijeron: “Nadie puede juzgar excepto Allah”. Y luego citaron las palabras de Allah: “El juicio solo le pertenece a Allah. Él dice la verdad y Él es Quien mejor decide”. (Sura de los Rebaños, 57).Ali recordó que el arbitrio era una práctica del Profeta, al que Allah le dé Su gracia y paz; él fue quien nombró a Ibn Mu’adh para que arbitrara entre los musulmanes y los Banu Quraydha de Medina. Pero ese grupo no estaba dispuesto a escuchar; lo llamaron transgresor y kafir porque, según su opinión, lo que se considera una acción errónea de importancia saca a una persona del Islam. Takfir es una de sus características definitorias, lo mismo que lo es su obstinación, puesto que solo consideran correcto basarse en lo que ellos dicen, ni siquiera en el caso del mismísimo Mensajero de Allah, al que Allah le dé Su gracia y paz.

En un hadiz transmitido por Abu Said al-Judri, describe una ocasión en la que el Profeta, al que Allah le dé Su gracia y paz, estaba repartiendo un botín de guerra; de repente se acercó un hombre llamado Dhul-Juwaysira, de los Banu Tamim, y le dijo: ‘¡Sé justo!’, insinuando que el Mensajero de Allah, al que Allah le dé Su gracia y paz, estaba siendo injusto. (Sahih Al Bujari, 6534). Este mismo individuo llegó a ser uno de los líderes de los jawariŷ y uno de sus oponentes más encarnizados. Fueron combatidos y matados en Nahrawan por Ali Ibn Abi Talib. Pero un grupo pequeño sobrevivió y se reunió en Kufa donde hicieron un pacto para asesinar a Sayyidina Ali, Sayyidina Amr Ibn al-As y Sayyidina Mu’awiya. Consiguieron hacerlo en el caso de Ali, pero fracasaron con los otros dos. Así pues, los jawariŷ originales tomaban como objetivos válidos a todos los musulmanes que no estaban de acuerdo con su forma de ver el mundo. Esto se basa en su afirmación de que toda acción incorrecta de importancia hace salir a una persona del Islam, y como definen como acción incorrecta a toda aquella que ellos no admiten, les da rienda suelta para calificar de kufr a toda la raza humana que no es parte de su grupo. Esto se demuestra con el comentario que hizo Hurqus Ibn Zuhayr, uno de los líderes de los jawariŷ, a Sayyidina Ali, durante la discusión a propósito del arbitrio en Siffin. Ibn Kazir transmite que Hurqus dijo: “Esta es una acción incorrecta que exige que hagas tawba.” (Ibn Kazir, “El principio y el fin”, capítulo séptimo). Pero son ellos los que deben hacer tawba por salirse de la Umma Musulmana y rebelarse contra la ŷama’a. Todo grupo que adopte su ideología jamás podrá ser considerado un califato porque su ethos es la antítesis del mismo al ser un rechazo de la ŷama’a y un rechazo del resto de la Umma Musulmana. Pedimos a Allah que unifique a la Umma Musulmana y que nos proteja de todo lo que significa una amenaza a nuestro bienestar y a nuestra unión.

Estado Islámico

Hablando del hombre que le había dicho que fuese justo y que luego formó parte de los jawariŷ, el Profeta, al que Allah le dé Su gracia y paz, dijo: “Tiene compañeros cuyas oraciones y ayunos,  con los vuestros, os harían pensar que los vuestros son insignificantes. Recitan el Corán, pero no pasa más allá de sus clavículas. Pasan por el Din como la flecha atraviesa la presa. Si alguien quisiera encontrar la punta de la flecha, su atadura, su asta o sus plumas, no encontrarían nada pegado a ello, ningún resto de sangre o excrementos del animal”. Dicho con otras palabras, no obtienen cosa alguna del Din, ni la más mínima huella. Y en otra versión dijo que su recitación del Corán haría que la nuestra pareciese algo insignificante. (Sahih Al Bujari, 6534).

No cabe duda de que estos jawariŷ pueden ser muy seductores y convincentes porque, para el incauto, pueden parecer gente muy piadosa y con gran conocimiento del Din. Los jawariŷ originales fueron capaces de persuadir a muchos musulmanes para que se pasaran a su bando, aunque luego la mayoría lo abandonó cuando Sayyidina Ali se dirigió al grupo y demostró que la postura que habían tomado era falsa. Pero este conocimiento que parecen tener es, en realidad, vacío y sin fundamento. Lo cierto es que, tal y como dijo el Profeta, al que Allah le dé Su gracia y paz, no hay el menor rastro del Din en lo que hacen. Es un extravío absoluto y sus esfuerzos jamás producen un resultado positivo. Esto se ha demostrado cada vez que han aparecido en la historia, algo que ha ocurrido muchos cientos de veces. Nunca han creado algo bueno, positivo o duradero. Todo lo que han producido es muerte, caos y destrucción. Un ejemplo reciente fue el GIA de la Argelia de los años 1990. Pretendiendo estar en la verdad, asesinaron y masacraron miles de civiles argelinos a los que consideraban objetivos válidos y cómplices del Estado porque no combatían en su bando. Y luego, cuando saciaron esa sed de matanza, se volvieron unos contra otros hasta aniquilarse por completo.

Y ahora este grupo llamado ISIS demuestra tener muchos rasgos similares. Llaman kafir a todos los musulmanes que no están de acuerdo con ellos y consideran que su sangre es lícita. No dejarán de matar, y a los que matan y seguirán matando más que a ningún otro, es a los musulmanes. Y seguirán justificando sus matanzas, ante sí mismos y ante todos los que les escuchen, hasta que solo queden ellos. Ibn Umar dijo: “Toman ayats que fueron reveladas a propósito de los no musulmanes y las aplican en contra de los musulmanes”. (Sahih Al Bujari). Y luego, cuando hayan terminado de masacrar a musulmanes, se volverán contra sí mismos de forma inevitable. En su Estado no hay nada islámico y su comportamiento bárbaro va en contra de todos los preceptos y parámetros del Din. No han creado, ni tampoco crearán, nada bueno o duradero, a no ser que Allah los guíe y sus corazones se abran a la luz verdadera del Din. La gente de su especie nunca ha creado algo positivo. Son una plaga que asola a los musulmanes. Allah dice: “Dicen que son los que están arreglando las cosas pero, en realidad, son los que propagan la corrupción, a pesar de que no lo saben”. (Sura de la Vaca, 11-12).Cuando Sayyidina Ali hablaba con Hurqus, le dijo: “Los que son como tú, Hurqus, son los que Allah menciona en el Corán cuando dice: “Di: ‘¿Queréis saber quiénes son los mayores perdedores en sus acciones? Aquellos cuyos esfuerzos en este mundo están extraviados pero que creen estar haciendo el bien’”. (Sura de la Caverna, 103-104).Y tú, Hurqus, y esto lo juro por el nombre del Señor de la Ka’ba, tú estarás entre ellos”.

Así pues, aconsejo que reflexione de nuevo todo aquel que se ha sentido atraído por el ISIS o se ha alegrado por su aparición. No prestes atención a su propaganda, no creas que están fortaleciendo al Islam. Y, por supuesto, no pienses en uniros a ellos porque lo único que harás será matar musulmanes y pensar que todos tus hermanos y hermanas, personas que habían sido tus compañeros y amigos más cercanos, están fuera del Din. Acabarás teniendo un corazón carente de misericordia y de compasión y, como bien sabemos, el que no tiene misericordia no podrá recibir misericordia, ni siquiera de su Señor. Pedimos a Allah que dé éxito a Su Din, que ayude a los que ayudan a Su Din y que ponga trabas a los que ponen trabas a Su Din. Pedimos a Allah que dé a nuestros hermanos musulmanes, especialmente a los que son vulnerables a la propaganda de grupos como el ISIS, discriminación y sabiduría, y que les permita discernir la verdad para seguirla, y que puedan ver lo que es falso y peligroso para evitarlo. Pedimos a Allah que nos mantenga siempre en el camino recto y nos proteja del extravío. Pedimos a Allah que dé la victoria a Su Din y ayude a los que se esfuerzan y luchan con sinceridad en Su nombre, y que les haga derrotar a sus enemigos. Y Le pedimos que restablezca en nuestra época el emirato verdadero, el emirato que sigue la Sunna del Profeta, al que Allah le dé Su gracia y paz, y la sunna de los Julafa ar-Rashidun, radhi’llahu ‘anhum.

Fuente: islamhoy. Author: Habib Bewley

Sheij Habib Bewley es Imam Jatib de la Jumuah Mosque de Ciudad del Cabo. Está licenciado por la Universidad de Edimburgo en Árabe y Maestría en Traducción. Ostenta un diploma de tres años en Estudios Islámicos de la Universidad Qarawiyyin de Fez, además de una iyaza en Jurisprudencia, Gramática Árabe y Corán (del que es hafith) de Sheij Muhammad Belbahloul de Kelaa Sraghna. Es profesor de Estudios Islámicos en el Dallas College, Ciudad de Cabo.

lunes, 1 de septiembre de 2014

Historia de Barsisa El adorador

Barsisa, el adorador

En el tiempo de los Bani Israel, había un hombre en un pequeño pueblo, llamado Barsisa. Él era, lo que vosotros llamais, un monje. Pero él era un
verdadero cristiano. Él creía en el Tawhid y creía que Isa (paz sea sobre él) era un mensajero de Allah. Un día tres hermanos decidieron ir al Yihad. Pero ellos tenían a una hermana y ellos no quisieron dejarla sola. Entonces ellos fueron buscando a alguien para cuidar de ella. La gente de la ciudad sugirió que la dejaran con Barsisa, debido a su piedad. ¡Entonces ellos fueron a él y cuándo ellos le preguntaron, él dijo, "Busco refugio del Shaytan maldito" y dijo "No!" Esto era porque él tenía temor de caer en el pecado (debido al potencial fitnah que esto puede causar). Entonces el Shaytan vino a Barsisa en forma de Waswasah (Susurros). El Shaytan es muy listo y sabía que Barsisa tenía un corazón suave. Entonces él dijo a Barsisa, "¿Y si ellos no pueden encontrar a alguien bueno y la dejan con alguien malo, no sería eso acaso por tu culpa?" Ahora Barsisa no se dió cuenta que este era el Shaytan susurrando en su corazón, y debido a su compasión por otros, él decidió aceptar su petición y ayudar a la mujer.

Él la dejó quedarse en una casa frente a la iglesia. Hizo de este modo para que fuera fácil para él dejarle su comida fuera de la iglesia y ella pudiera venir y tomarla ella misma. Pero después de algún tiempo, el shaytan volvió. Esta vez él dijo a Barsisa, "Por qué no le dejas la comida más cerca para ella, de modo que ¡la gente no la vea moverse de acá para allá sola!" Barsisa estuvo de acuerdo y comenzó a dejarle la comida fuera de la casa. ¡Pero el shaytan no estaba feliz con esto tampoco, entonces algún tiempo más tarde, él volvió y pregunta a Barsisa, "Por qué no entras y la dejas en la mesa, de modo que nadie la vea salir y entrando sola todo el tiempo!" Otra vez, Barsisa estuvo de acuerdo y él comenzó a dejar el alimento en la mesa.

Entonces cuando pasó el tiempo, el Shaytan volvió y le dijo, "Por qué no le hablas a ella, ¡ella está absolutamente sola y no tiene a nadie con quien hablar!" Barsisa estuvo de acuerdo y comenzó a dirigirse a ella desde detras una puerta (para protegerse). Pero esto los conduciría a casi gritarse el uno al otro para poder oirse ellos mismos. Shaytan pidió a Barsisa sólo entrar y hablar con ella, y finalmente, él (Shaytan) los tuvo solos en un cuarto. El Shaytan había completado la parte difícil. No fue mucho después, que Barsisa y la mujer cometieron fornicación. Y para colmo de desgracias, ella también se quedó embarazada. Tan pronto como el bebé nació, el Shaytan volvió, y le dijo a Barsisa, "¿Qué has hecho? ¡Mira el resultado de vuestro mal (es decir el niño), deshazte de la prueba o de otro modo los hermanos te matarán!" Barsisa mató al bebé y lo sepultó en el mismo cuarto en el que la mujer estaba. Shaytan entonces dijo a Barsisa, "¡¿piensas que puedes matar al hijo de una mujer y esperar que ella no se lo diga a nadie?!" y Entonces Barsisa la mató y la sepultó junto con el bebé! Él entonces hizo una tumba falsa fuera y cuando sus hermanos volvieron, él los informó que ella murió de una enfermedad. Después de ver la tumba y hacer dua por ella, ellos volvieron a casa y aceptaron el decreto del Allah.

Más tarde esa noche, el Shaytan les vino en su sueño y los informó sobre lo que Barsisa había hecho y donde podrían ser encontrados su hermana y el niño. El hermano se levantó disgustado y confuso, e informó a sus hermanos del sueño, y ellos ambos dijeron que ellos tuvieron el mismo sueño. Entonces creyeron que este debía ser cierto, y fueron a desenterrar la falsa tumba y la encontraron vacía. ¡Ellos entonces cavaron en el lugar que el shaytan les mostró en el sueño y encontraron el niño y la mujer!

Furiosos, los hermanos llevaron a Barsisa al Líder para conseguir su castigo. Barsisa sabía que le darían la pena de muerte. El Shaytan vino a Barsisa otra vez, para el tiempo final esta vez. Esta vez él se reveló a sí mismo y le dijo que él era el que que le susurraba los pensamientos. Y él dijo que él podría salvar Barsisa, y ¡siempre y cuando Barsisa hiciera sujud ante él! Barsisa, mas allá de la desesperación le hizo Sujud, esto confirmó su Kufr (incredulidad) y el Shaytan le dijo "¡Soy libre de lo que haces, temo Allah, el Señor de 'Alamín (humanidad, genios y todo lo que existe)!" y dejó a Barsisa siendo apedreado hasta la muerte y ¡el Día del Juicio él será resucitado haciendo Sujud al Shaytan!

Luego miran cómo el shaytan lo engañó. Vino a él como un amigo, ¡pero era en realidad su mayor enemigo!

“Como el Shaytán cuando le dice al hombre: ¡Niégate a creer! Y cuando se ha negado a creer, le dice: Me desentiendo de ti, yo temo a Allah el Señor de los mundos.” (Al-Hashr 59:16)

El Shaytan nunca te hará pecar directamente, él siempre te engañará usando el Waswasah y él es más paciente que cualquiera de nosotros. Entonces siempre deberíamos buscar refugio en el Allah del Shayatn. Nunca pienses que tienes el conocimiento suficiente o eres suficientemente fuerte para sobreponer al Shaytan. Esto es porqué los sabios del Islam son los que tienen la mayor Taqwa, miedo de Allah. Luego reflexiona sobre la historia, si el Shaytan le hubiera dicho a Barsisa hacer sujud al principio, Barsisa habría dicho que no directamente, pero el Shaytan tenía un plan en mano, una estratagema paso a paso que hizo a Barsisa finalmente hundirse y cometer Kufr.

Referencia:

Historias en el Qur’an - de Ibn Kathir – 110