La palabra arábica al-3ayn (traducida como el mal de ojo) se refiere a cuando una persona daña a otra con su ojo. Comienza cuando a una persona le gusta algo y luego sus sentimientos lo afectan a través de la mirada repetida hacia el objeto de sus celos. Allah le encomendó a su Profeta Muhammad (paz y bendiciones de Allah sean con él) buscar refugio en él del que envidia, como dijo en el Corán :“Y del mal del envidioso cuando envidia.”
Todo aquel que le transmita el mal de ojo a otro es envidioso, pero no toda persona que envidia le transmite el mal de ojo a otro. La palabra haasid (el que envidia) es más general en significado que la palabra 3aain (el que le transmite el mal de ojo a otro), entonces la búsqueda del refugio en Allah de aquel que envidia incluye la búsqueda del refugio en é de aquel que le transmite el mal de ojo a otro.
El mal de ojo es como una flecha que viene del alma de aquel que envidia y de aquel que le transmite el mal de ojo a otro y va hacia aquel que es envidiado y hacia aquel a quien se le ha echado el mal de ojo; algunas veces lo golpea y otras veces falla. Si el objetivo está expuesto y desprotegido, lo afectará, pero si el objetivo es cauteloso y está armado, la flecha no tendrá ningún efecto y puede volver a aquel que la lanzó.
El Musulmán tiene que protegerse así mismo de los demonios y algunos seres humanos corruptos, teniendo sóَlida fe en Allah, poniendo su confianza en él, buscando refugio en él, rogándole, recitando los rezos para la protección narrados por medio del Profeta (paz y bendiciones de Allah sean con él), recitando al-Mu’wadhatayn [las últimas dos surahs del Corán], (Surat al-IJlaas, Surat al-Faatihah, y Ayat al-Kursi).
A3udhu bi kalimaat-illaah il-taammati min ghadabihi wa 3iqaabihi, wa min sharri 3ibaadihi wa min hamazaat al-shayatini wa an yahdurun (Busco refugio en las palabras perfectas de Allah; refugio de Su ira y castigo, de la maldad de Sus siervos, de las malas provocaciones de los demonios y de su presencia).
Y se pueden recitar las siguientes palabras de Allah:
“Hasbi Allaahu laa ilaaha illa huwa, 3alayhi tawakkaltu wa huwa Rabb ul-3arsh il-3azim
Si rechazan diles: Me es suficiente con Allah, no hay otra divinidad salvo él, a él me encomiendo y él es el Seٌor del Trono grandioso.”
U’idhukuma bi kalimaat Allaah al-taammati min kulli shaytaanin wa haammah wa min kulli ‘aynin laammah (Busco refugio para ustedes en las palabras perfectas de Allah, de todo demonio y de todo reptil venenoso, y de todo mal de ojo)’.
No hay nada malo con tomar precauciones en contra del mal de ojo antes de que ocurra, y esto no contradice la idea de tawakkul (depositar nuestra confianza en Allah). De hecho esto es tawakkul, porque tawakkul significa poner nuestra confianza en Allah mientras implementamos los medios que han sido permitidos o encomendados. El Profeta (paz y bendiciones de Allah sean con él) solía buscar refugio para al-Hasan y al-Husayn y decir:
U3idhukuma bi kalimaat Allaah al-taammati min kulli shaytaanin wa haammah wa min kulli 3aynin laammah (Busco refugio para ustedes en las palabras perfectas de Allah, de todo demonio y de todo reptil venenoso, y de todo mal de ojo)’.” Y decía: “Así Ibrahim solía buscar refugio en Allah para Ishaaq e Ismaa3il, la paz sea con ambos.”
Todo aquel que le transmita el mal de ojo a otro es envidioso, pero no toda persona que envidia le transmite el mal de ojo a otro. La palabra haasid (el que envidia) es más general en significado que la palabra 3aain (el que le transmite el mal de ojo a otro), entonces la búsqueda del refugio en Allah de aquel que envidia incluye la búsqueda del refugio en é de aquel que le transmite el mal de ojo a otro.
El mal de ojo es como una flecha que viene del alma de aquel que envidia y de aquel que le transmite el mal de ojo a otro y va hacia aquel que es envidiado y hacia aquel a quien se le ha echado el mal de ojo; algunas veces lo golpea y otras veces falla. Si el objetivo está expuesto y desprotegido, lo afectará, pero si el objetivo es cauteloso y está armado, la flecha no tendrá ningún efecto y puede volver a aquel que la lanzó.
El Musulmán tiene que protegerse así mismo de los demonios y algunos seres humanos corruptos, teniendo sóَlida fe en Allah, poniendo su confianza en él, buscando refugio en él, rogándole, recitando los rezos para la protección narrados por medio del Profeta (paz y bendiciones de Allah sean con él), recitando al-Mu’wadhatayn [las últimas dos surahs del Corán], (Surat al-IJlaas, Surat al-Faatihah, y Ayat al-Kursi).
Los du2as para la protección :
A3udhu bi kalimaat-illaah il-taammati min sharri ma Jalaqa (Busco refugio de la maldad de aquello que él ha creado en las palabras perfectas de Allah).
A3udhu bi kalimaat-illaah il-taammati min ghadabihi wa 3iqaabihi, wa min sharri 3ibaadihi wa min hamazaat al-shayatini wa an yahdurun (Busco refugio en las palabras perfectas de Allah; refugio de Su ira y castigo, de la maldad de Sus siervos, de las malas provocaciones de los demonios y de su presencia).
Y se pueden recitar las siguientes palabras de Allah:
“Hasbi Allaahu laa ilaaha illa huwa, 3alayhi tawakkaltu wa huwa Rabb ul-3arsh il-3azim
Si rechazan diles: Me es suficiente con Allah, no hay otra divinidad salvo él, a él me encomiendo y él es el Seٌor del Trono grandioso.”
U’idhukuma bi kalimaat Allaah al-taammati min kulli shaytaanin wa haammah wa min kulli ‘aynin laammah (Busco refugio para ustedes en las palabras perfectas de Allah, de todo demonio y de todo reptil venenoso, y de todo mal de ojo)’.
No hay nada malo con tomar precauciones en contra del mal de ojo antes de que ocurra, y esto no contradice la idea de tawakkul (depositar nuestra confianza en Allah). De hecho esto es tawakkul, porque tawakkul significa poner nuestra confianza en Allah mientras implementamos los medios que han sido permitidos o encomendados. El Profeta (paz y bendiciones de Allah sean con él) solía buscar refugio para al-Hasan y al-Husayn y decir:
U3idhukuma bi kalimaat Allaah al-taammati min kulli shaytaanin wa haammah wa min kulli 3aynin laammah (Busco refugio para ustedes en las palabras perfectas de Allah, de todo demonio y de todo reptil venenoso, y de todo mal de ojo)’.” Y decía: “Así Ibrahim solía buscar refugio en Allah para Ishaaq e Ismaa3il, la paz sea con ambos.”
Hadiz
Aisha, que Allah esté complacido con ella, quien dijo:
“Le preguntaron unas gentes al Mensajero de Allah, Él le bendiga y le dé paz, acerca de los adivinadores y les dijo: ‘¡No son nada!’
Dijeron: ‘¡Mensajero de Allah! A veces nos hablan de algo que luego ocurre ciertamente’.
Dijo el Mensajero de Allah, Él le bendiga y le dé paz:
Hay una palabra cierta que la atrapa un genio y se la dice al oído de quien utiliza a dicho genio como adivinador. Después, mezcla esta palabra con otras cien que son mentira’.”
Lo relataron Al Bujari y Muslim.
Y en otro relato de Al Bujari se transmitió que Aisha, Allah esté complacido con ella, oyó decir al Mensajero de Allah, Él le bendiga y le dé paz:
“Ciertamente los ángeles descienden en las nubes y mencionan los asuntos dilucidados en el cielo. Shaitán, entonces, pega el oído y se lo comunica al adivinador. Luego, mienten cien veces con cosas añadidas por ellos mismos.”
“A quien acuda a un vidente a preguntarle algo y se lo crea, no se le aceptará la oración de cuarenta días.”
Lo relató Muslim.
“Mi padre, Sahl Ibn Hunayf hizo un ghusl en al-Kharrar. Se quitó la jubbah que llevaba puesta mientras le estaba mirando Amir Ibn Rabi’a, y Sahl era un hombre que tenía una hermosa piel blanca. Amir le dijo: ‘Nunca he visto nada igual a lo que he visto hoy, ni siquiera la piel de una virgen.’ Sahl se puso enfermo al momento, y su condición empeoró. Alguien fue a donde estaba el Mensajero de Allah, que Allah le bendiga y le conceda paz, y le dijo que Sahl estaba enfermo y no podría ir con él. El mensajero de Allah, que Allah le bendiga y le conceda paz, dijo: ‘¿Por qué uno de vosotros mata a su hermano? ¿Por qué no decís ‘que Allah te bendiga’ (tabaraka’llah)? El mal de ojo es cierto. Haz wudu por ello.’ Amir hizo wudu por ello y Sahl fue con el Mensajero de Allah, que Allah le bendiga y le conceda paz, y no le pasaba ya nada.”
Lo relató Malik.
En el momento en el que seas afligido por el mal de ojo se debe utilizar los tratamientos recomendados en la shari3ah, que son:
1- Recitar ruqyah. El Profeta (paz y bendiciones de Allah sean con él) dijo: “No hay ruqyah excepto en el caso de mal de ojo o fiebre”.
Yibril solía hacer ruqyah para el Profeta (paz y bendiciones de Allah sean con él) y decir “Bismillaahi arqika min kulli shayhin yuhdhika, min sharri kulli nafsin aw3aynin haasid Allaahu yashfik, bismillaahi arqik (En el nombre de Allah yo realizo ruqyah para ti, para la protección de todo lo que te lastima de la maldad de cada alma, para que Allah te sane del ojo envidioso, en el nombre de Allah yo realizo ruqyah para ti)”.
2- Pedirle a la persona que le ha echado el mal de ojo a otro que se lave, como el Profeta (paz y bendiciones de Allah sean con él) le encomendó a ‘Aamir ibn Rabi’ah que hiciera en el hadiz citado anteriormente. Luego el agua debe ser vertida sobre aquel que ha sido afligido.
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