martes, 10 de enero de 2012

El camino al Paraíso o al Fuego del Infierno


¡Oh, creyentes! Temed a Alá, y que cada alma considere cuánto ha realizado para [el Juicio de] mañana.... (59:18)

La Tumba (Qabr): Se trata de la primera etapa del más allá: Un hoyo para el hipócrita e incrédulo, un jardín para el creyente. Existen narraciones acerca del tormento en la tumba por distintos actos de desobediencia. Algunos de ellos son: No limpiar la orina, difamar para provocar rivalidad, dormir en lugar de realizar las oraciones obligatorias, abandonar la recitación del Corán, fornicación y adulterio, homosexualidad, interés y usura, no pagar las deudas y otros pecados. La salvación para este castigo es realizar buenas acciones sinceramente buscando la complacencia de Allah, buscar en Él el refugio para este castigo, recitando Surat-al-Mulk (67), y otras acciones.

La trompeta de la Resurrección (An-Nafj fis-Sur): Se trata de una enorme trompeta que está a los labios del Arcángel Israfil quien espera la orden de soplarla. Allah, Alabado sea, dijo: ‘El día que se sople la trompeta se aterrorizarán todos aquellos que estén en los cielos y en la Tierra, salvo quienes Alá proteja, y todos se presentarán sumisos ante Él.‛ (27:87), tras ello todo será destruido. Luego de cuarenta años, sonará de nuevo, dijo Allah, Alabado sea: ‘… luego ser {soplada por segunda vez y [todos resucitarán] poniéndose de pie [para ser juzgados]. Entonces verán [lo que Allah hará con ellos].‛ (39:68)

La Resurrección (Ba’az): Allah enviará una lluvia torrencial y los cuerpos se renacerán en una nueva creación, una creación de la que nadie morirá jamás. Resucitarán incircuncisos y desnudos. Verán a los ángeles y los genios.

La Gran Reunión (Hashr): Allah congregará a las criaturas para que rindan cuentas y se agitarán con gran temor como ebrios, en un día colosal que durará cincuenta mil años. El sol estará muy cerca y transpirarán según sus acciones. Los tiranos y los débiles que los siguieron pelearán entre sí. Cada incrédulo peleará con su demonio y con Satán e incluso con sus propias extremidades que los delatarán, y todos se maldecirán. Los injustos malhechores se morderán las manos (en remordimiento). Setenta mil ángeles arrastrarán ante ellos el Fuego del Infierno. Cuando los incrédulos vean el Fuego del Infierno, desearán poder salvarse del castigo o ser transformados en polvo (para escapar de la inminente tortura). Los desobedientes serán castigados. Por ejemplo, el que se negó a pagar la caridad obligatoria (Zakat) verá cómo el dinero que se negó a pagar lo quemará como barras de hierro fundido. Los arrogantes resucitarán como hormigas (para pisarles encima). El traidor, embustero y ladrón será expuesto. El ratero tendrá que vérselas con lo que robó. En pocas palabras, todo lo oculto será expuesto a la luz. En cuanto a los correctos, este día no los asustará y pasará rápidamente.

Intercesión (Shafaa’ah): La gran intercesión por todas las criaturas es en especial para el Profeta Muhammad (saw) en la cual él intercederá para la eliminación de la gran tribulación de toda la humanidad y para que comience la rendición de cuentas (luego habrá otra intercesión menor).

Rendición de cuentas (Hisaab): La gente será presentada ante su Señor en grupos para que sus acciones sean vistas y cuestionadas. También se les cuestionarán sus vidas, su juventud, su riqueza, su conocimiento y sus responsabilidades, las bendiciones recibidas, las facultades de ver, oír y la inteligencia (y cómo fue utilizada cada una). Los incrédulos e hipócritas deberán rendir cuentas delante de toda la creación para aumentar el rechazo contra ellos, probar su culpa y que los testigos hablen contra ellos, incluyendo la gente, la tierra, los días, las noches, la riqueza, los ángeles y sus propias extremidades. Admitirán y reconocerán sus pecados. Se les dará a todos los incrédulos una sesión privada en la que admitirán ante Allah sus pecados hasta que, cuando piensen que serán destruidos, se les dirá: ‘Los oculté de ellos en el mundo y los perdono hoy’. Los primeros en rendir cuentas serán los seguidores de Muhammad saw. Los primeros actos de adoración a tener en cuenta serán las oraciones obligatorias. Las primeras disputas serán las que involucren derramamiento de sangre.

La exposición de los Rollos que registran las Acciones (Tataa’ir as-Suhuf): Luego se abrirán los rollos con las acciones de cada persona. Y serán registros ‚en los que no se omite ninguna acción, por más grande o pequeña que sea. Se le dará al creyente el registro en su mano derecha mientras que a los incrédulos e hipócritas se les dará el suyo en la mano izquierda por detrás de sus espaldas.

La Balanza (Mizan): Las acciones se pesarán en una balanza de tal manera que todos reciban su recompensa de manera acorde. Esta balanza es un instrumento real de medida en la que se pesarán las acciones realizadas sinceramente por Allah y según la Ley del Islam. Algunas de las acciones que tendrán un peso mayor son decir LA ILAAHA ILLALLAH (nada merece ser adorado salvo Allah), el buen carácter, el recuerdo de Allah como decir ‘al-Hamdu lillah’ (todas las alabanzas pertenecen a Allah), decir ‘Subhaan-Allahi wa bi hamdih (Glorificado y alabado sea Allah) y decir ‘Subhaan-Allahil-‘Azim (Glorificado sea Alá el Magnífico). Las personas intercambiarán sus buenas y malas acciones buscando corregir los errores e injusticias cometidos y pagar compensación unos a otros.

El Estanque (Hawdh): Los creyentes llegarán a un estanque. Todo aquel que beba de él jamás sufrirá sed nuevamente. Para cada Profeta existe un estanque especial y el mayor pertenece al Profeta Muhammad saw: Su agua es más pura que la leche, más dulce que la miel, más sabrosa y aromática que el almizcle; sus vasijas son de oro y plata, cuyo número es igual al número de estrellas en el cielo; su longitud equivale a la distancia de Jerusalén a Adén, en el Yemen. El agua de este estanque surge de un río del Paraíso llamado ‚al-Kauzar‛.

La Prueba de los Creyentes (Imtihaan-al-Mu’minin): Al final del Día de la Reunión, los incrédulos irán tras los dioses e ídolos que solían adorar quienes los conducirán al Fuego del Infierno en grupos como rebaños de ovejas, ya sea caminando o arrastrados sobre sus rostros. Luego, sólo los creyentes y los hipócritas (que simulan ser creyentes) quedarán esperando, y Allah se acercará a ellos y les preguntará: ¿Qué están esperando? Ellos dirán: ‘Estamos esperando a nuestro Señor‛. Él se les revelará en persona exponiéndoles Su pierna (as-Saaq – la señal prometida) tras la cual caerán todos en prosternación excepto los hipócritas, tal como Allah dijo de ellos: ‘El día que [se ponga de manifiesto la gravedad de la situación y] descubra Su pierna divina [y nada de la creación se asemeja a Allah] y sean invitados a prosternarse pero no podrán…‛. Entonces verán el Camino (Siraat) que cruza sobre el Fuego del Infierno, y Allah les dará a los creyentes sus luces y apagará las de los hipócritas

El Camino (Siraat): Se trata de un puente tendido sobre el Fuego del Infierno sobre el cual deben pasar los creyentes para llegar al Paraíso. El Profeta saw lo describió como: ‘…confunde, se pierde el paso y se tropieza. En él hay abrazaderas y ganchos como gigantes espinas… Es más angosto que un cabello y más afilado que una espada…‛ (Muslim). Los creyentes recibirán su luz según sus acciones, la mayor tendrá el tamaño de una montaña y la menor, tan pequeña como la punta de un dedo. Dicha luz iluminará su camino y pasarán por el Camino según sus acciones, estará el creyente que pase en un abrir y cerrar de ojos, como un relámpago, o como el viento, un ave, un caballo veloz, un jinete, o caminando y arrastrándose… y algunos llegarán sanos y salvos mientras otros lo harán dañados por los ganchos, y otros caerán al fuego del infierno. (al-Bujari y Muslim). Los hipócritas no tendrán luz y regresarán, pero se levantará un muro entre ellos y los creyentes, y aunque deseen cruzar con seguridad el puente, caerán al Fuego del Infierno.

El Fuego del Infierno (An-Naar): Los incrédulos, los hipócritas y algunos de los creyentes desobedientes entrarán al Fuego del Infierno. De cada 1.000 personas, 999 entrarán al Fuego del Infierno. El mismo tiene siete puertas. El calor del Infierno es setenta veces más severo que el fuego de este mundo. El cuerpo del incrédulo será más grande, para sentir más el tormento: El espacio entre sus hombros será como de un viaje de tres días y el tamaño de su molar será como la montaña de Uhud. Su piel será gruesa y será cambiada una y otra vez después de ser quemada para así aumentar el dolor del calcinante castigo. Beberá agua hirviendo que le quemará el estómago. Su alimento será el Zaqqum, el cual es excesivamente amargo, además de las supuraciones y líquidos de las heridas de los habitantes del Infierno. Los menos castigados llevarán dos brasas ardientes en las plantas de los pies que le harán hervir el cerebro. En el Fuego del Infierno, sus pieles arderán y se derretirán, y será arrancada y se usarán cadenas y trabas. El pozo menos profundo tarda setenta años en que un cuerpo caiga a su fondo. El combustible del Fuego del Infierno consiste de los incrédulos y las rocas (ídolos), su viento es veneno, su sombra es un calor atroz, y sus ropas son de fuego. Devorará todo y no dejará nada. Aullará y gemirá grotescamente para quemar las pieles externas y llegar hasta los huesos y profundidades de la mente.

La Frontera (Qantarah): El Profeta saw dijo: ‘Los creyentes se salvarán eventualmente del Fuego del Infierno y llegarán a una frontera (Qantarah) entre el Paraíso y el Fuego del Infierno y allí se compensarán unos a otros por las injusticias y crímenes cometidos en este mundo. Una vez que estén ajusticiados (ojo por ojo, etc.) y purificados, podrán entrar al paraíso. Por quien en cuya mano está el alma de Muhammad, uno de ustedes conocerá su lugar de residencia en el Paraíso mejor que su lugar de residencia en este mundo‛. Al-Bujari.

El Paraíso (Yannah): El Paraíso es la morada final de los creyentes. Los bloques con los que está construido son de oro y plata y la argamasa es de almizcle. Sus rocas son perlas y el polvo es azafrán. Tiene ocho puertas y cada una se abre en la amplitud de un viaje de tres días, y aún entonces es abrumador entrar por ellas. Tiene cien grados entre cada nivel y el que sigue, similar a la distancia entre el cielo y la tierra. El ‘Firdaus’ es la parte más alta y desde allí fluyen los ríos del Paraíso. El techo del Paraíso es el Trono de Alá, el Más Clemente y Misericordioso. Sus ríos son de miel, leche, vino y agua, y fluyen sin canales y los creyentes podrán hacerlos fluir a su antojo. Los frutos del Paraíso son permanentes, al alcance de todos en todo momento. En él hay tiendas de perlas talladas y cada una de cien kilómetros de ancho. Los hombres crecerán, pero jóvenes y sin barba. Su juventud nunca desaparecerá y su ropa nunca se ajará. No orinarán, defecarán ni emitirán ningún tipo de impureza. Sus peines serán de oro y su transpiración como almizcle. Las mujeres del Paraíso serán bellas vírgenes de edades similares a las de sus compañeros. El primero en entrar al Paraíso será Muhammad saw y luego los otros Profetas. El más bajo de los habitantes del Paraíso deseará y se le dará lo que desea multiplicado diez veces. Sus siervos son jóvenes eternos como perlas atesoradas. Pero el gozo más grande del Paraíso será ver al Señor, Alabado sea, y a su morada de eternidad en el Paraíso.

1 comentario:

hayati kulluha lillah dijo...

salam 3ualykom hermano , me a gustado mucho la entrada , enorabuena =)