Cierto día, un grupo de judíos se presentó ante el Profeta
(sws). El más sabio preguntó sobre algunos temas, y entre ellos, el siguiente:
¡Oh Enviado de Dios! Infórmanos por qué Dios, Glorificado
sea, dispuso obligatorias para tu comunidad estas cinco oraciones en cinco
momentos concretos de la noche y el día.
El Profeta (sws) respondió:
Por cierto que el Sol,
en el momento del mediodía, tiene un halo en el cual entra. Y, cuando el Sol
entre en él, este se desvanece y todo lo que se encuentra fuera del Trono
comienza a glorificar con alabanzas a mi Señor, sublime sea en Su magnificencia
y en esta hora, mi Señor me bendice. Por ello Él dispuso para mi comunidad la
oración en ese tiempo, cuando dice en Su libro generoso:
Aqimis saláta li dulúkish shamsi ila gasaqil laili
Observad la oración desde que el sol comienza a declinar
hasta la primera oscuridad de la noche. Suratul Isrá´(17:78)
Y en esa hora se
entrará en el infierno el Día de la Resurrección. De esta manera, no hay
creyente que haya estado inclinado, en pie, o prosternado en dicha hora, sin
que Dios Altísimo vuelva prohibido su cuerpo para las llamas del Infierno.
En cuanto a la oración de la tarde: es la hora en la
que Adán (a.s.) el padre de la humanidad, comió del fruto prohibido y fue
expulsado del Paraíso, por lo que Dios ordenó a su descendencia el rezo de la
tarde. Dios también dispuso esta oración para mi comunidad y se cuenta entre
las oraciones más apreciadas por Él y nos ordeno observar ésta especialmente
entre el resto de las oraciones diarias.
En cuanto a la oración
del ocaso (magrib): es la hora en la que Dios Altísimo aceptó el
arrepentimiento de Adán (a.s.), lo cual duró 300 años, desde que comió el fruto
prohibido hasta que se aceptó su arrepentimiento.
El Profeta Adán (a.s.)
realizó tres ciclos de oración: un ciclo por su propia falta, otro por la falta
de su esposa Eva y un tercero por la aceptación de su arrepentimiento. Por
ello, Dios Altísimo dispuso obligatorio estos tres ciclos de oración para mi
comunidad.
El magrib es el mejor
momento para la súplica (du’a), y mi Señor me ha prometido que la súplica de
los creyentes realizada en ese momento será respondida.
Ciertamente, ésta es la oración que Dios me ordena en el
generoso Corán cuando dice: Fa subhanal lahi hína
tumsúna wa hína tusbihún
Glorificado sea Dios cuando entráis en la noche y
cuando amanecéis. (30:17)
En cuanto a la oración de la noche:
Ciertamente que en la
tumba y en el Día de la Resurrección, habrá oscuridad y es por ello que mi
Señor ordenó realizar esta oración a mí y a mi comunidad, para que así se
ilumine nuestra tumba y nos otorgo, a mí y a mi comunidad, una luz para
atravesar el puente del Sirat hacia el Paraíso.
No hay paso que sea
dado hacia la oración de ‘atamah (primer tercio de la noche) y hacia la oración
de la noche cerrada, sin que Dios torne ese cuerpo prohibido para el fuego.
Esta es una oración que
Dios estableció para los Mensajeros y Profetas anteriores a mí.
En cuanto a la oración del amanecer, en verdad que,
cuando el Sol despunta, es como si fueran los cuernos de Shaitán los que
salieran, por lo que mi Señor decretó para mí que, antes de la salida del Sol y
antes de que el incrédulo se prosterne ante el Sol, realice esta oración del
amanecer, para que mi comunidad se prosterne ante Allah(swt), Su realización al
principio de su tiempo es más querida por Allah(swt).
Ésta es una oración que es presenciada y testimoniada tanto por los
ángeles de la noche como por los ángeles del día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario